El examen de próstata es un requerimiento médico que tendrá que atravesar todo hombre a los inicios de sus 40 años y es de suma importancia gracias a que ayuda a prevenir el cáncer en esta zona del cuerpo. Sin embargo, para varias personas el método con el que se lleva a cabo este chequeo puede generar incomodidad e incluso molestia, por lo que es importante buscar alternativas para llevar a cabo este proceso de la forma más conveniente posible para el paciente .
Para dimensionar la gravedad de este padecimiento, es importante señalar que se pierden 7 mil vidas al año, posicionándose como la primera causa de enfermedad y muerte masculina en México. En este sentido, numerosas instituciones de salud, entre ellas el ISSSTE y el IMSS, han exhortado a la población realizar las precauciones necesarias para no tener que atravesar esta enfermedad.
Hoy en día existen alternativas con las que se puede llevar a cabo este proceso sin la necesidad de someterse al tacto rectal, proceso el cual no es del agrado de incontables hombres.
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¿Cómo se realiza el tacto rectal?
Para el tacto rectal, el médico solicitará al paciente quitarse la ropa de la cintura para abajo. En algunos casos, se le presta una bata al masculino para su uso personal. Generalmente, se le pide al hombre permanecer de pie con una inclinación hacia adelante, pero también está la opción de permanecer acostado sobre el lado izquierdo, con las rodillas pegadas al pecho.
Después, el galeno utilizará su mano enguantada y lubricada para introducirla en el recto y posiblemente utilizará la otra para presionar la parte baja del abdomen, con el propósito de identificar sensibilidad y problemas de agrandamiento y zonas endurecidas. Este examen es puede derivar en molestias y dolores. Aún así, el especialista tendrá que sujetar con firmeza la próstata.
¿Cuál es el método sanguíneo para detectar el cáncer de próstata?
El antígeno prostático específico, también conocido como PSA, es utilizado para detectar en etapa temprana el cáncer de próstata, por lo que se mide en unidades denominadas nanogramos por mililitro, los cuales, mientras tengan mayor nivel, hay mayores probabilidades de tener el padecimiento.
Cuando el PSA se encuentra entre 4 a 10, existe la probabilidad de 1 en 4 de padecerlo. Sin embargo, mientras el PSA es mayor de 10, hay más del 50 por ciento de probabilidades de tener cáncer de próstata.
¿Cómo es el método de orina para prevenir el cáncer de próstata?
También está el método de orina, el cual se examinará por medio de un microscopio para identificar céulas precancerosas. Esta citología (análisis de células del cuerpo) no es completamente fidedigna, ya que posible encontrar células cancerígenas a pesar de que no se hayan encontrado en este examen.
¿En qué consiste el cáncer de próstata?
En base al American Society Cancer, el cáncer surge cuando hay células que comienzan a crecer aceleradamente. Es importante mencionar que las células de cualquier zona del cuerpo pueden ser cancerígenas y son capaces de expandirse a otras partes del físico. En este sentido, el cáncer de próstata inicia cuando las células de esta región crecen de manera incontrolada.
Las funciones de la próstata son producir la mayor parte del líquido que conforma el semen, y conforme son mayores de edad los hombres, esta zona tiende a crecer de tamaño. Esto puede derivar en que la uretra se angoste y el paso de la orina disminuya, pero no se debe confundir con el cáncer de próstata, ya que esto es denominado hiperplasia prostática benigna.
¿Qué tratamientos hay para el cáncer de próstata?
Para tratar esta afección se puede recurrir a la cirugía, siempre y cuando no se haya propagado al exterior de esta región. La cirugía comúnmente utilizada es la prostatectomía radical, en donde se extirpa la glándula prostática y una porción del tejido, así como las vesículas seminales.
Además, está la radioterapia, en la que se utiliza rayos de alta energía para erradicar las células afectadas. No obstante, se tiene que considerar la etapa en la que se encuentra el paciente.
En suma, se puede tomar en cuenta la crioterapia, en donde se utiliza temperaturas frías para combatir las células. También es conocida como criocirugía.
En cuanto a la terapia hormonal, se reducen los niveles de hormonas masculinas, llamadas andrógenos. Por último, uno de los tratamientos más conocidos es la quimioterapia, en la cual se utiliza medicamentos intravenosos o por vía oral, los que pasan por el torrente sanguíneo para encontrarse con las células cancerosas y combatirlas.