El Departamento de Justicia estadounidense pidió el miércoles a los tribunales cambios estructurales en el negocio de Google, entre ellos que se desprenda de su navegador Chrome o del sistema operativo para móviles Android, para contrarrestar su posición dominante en el sector.
Su petición judicial también incluye que se fuerce a la compañía a que deje de pagar miles de millones de dólares al año a socios como Apple para que el motor de búsqueda de Google sea el predeterminado en los navegadores web.
“Google debe vender Chrome de inmediato y por completo, a un comprador aprobado por los demandantes a su exclusivo criterio, sujeto a los términos que el Tribunal y los demandantes aprueben”, dijo el Departamento de Justicia en su propuesta de sentencia final.
El Departamento de Justicia pidió también que Google no vuelva a entrar en el mercado de navegadores durante 5 años.
El gigante tecnológico ya estaba en el punto de mira de las autoridades estadounidenses. El pasado agosto, la empresa sufrió un revés judicial cuando un juez federal determinó que violó la ley antimonopolio en el mercado de los motores en línea de búsqueda.
Aunque aún se desconoce la eventual sanción, está previsto que la recurra y que el proceso se alargue y pueda llegar eventualmente al Tribunal Supremo.
En septiembre, además, la compañía fue sometida a juicio por desvío del gasto publicitario de los editores a su propio negocio de tecnología publicitaria.
La vicepresidenta de asuntos regulatorios de Google, Lee-Anne Mulholland, ha advertido contra la separación de Chrome y Android, que se ofrecen gratuitamente a los usuarios.
“Que el Gobierno ponga el dedo en la balanza de esta manera perjudicaría a los consumidores, a los desarrolladores y al liderazgo tecnológico estadounidense”, dijo esta semana.
En caso de que Chrome llegara a estar a la venta su valor podría llegar a los 20,000 millones de dólares, según la prensa estadounidense.
Este nuevo movimiento de la Administración de Joe Biden llega a escasos dos meses de que el demócrata abandone el poder y sea reemplazado por Donald Trump a partir del 20 de enero.
Aunque dos meses antes de las presidenciales del 5 de noviembre el político republicano avanzó su intención de perseguir a Google por considerar que actúa en su contra, no se ha mostrado partidario de dividir su negocio.
Antes de la presentación formal de la petición judicial, la Asociación de Internet y Redes Competitivas (INCOMPAS) alertó contra el impacto que esto tendría en el mercado.
Las propuestas de Departamento de Justicia, en su opinión, “amenazan con sentar un precedente peligroso para otras empresas del sector privado que podría frenar la inversión en innovación, un resultado que pondría en riesgo la seguridad nacional estadounidense y la capacidad de Estados Unidos para competir en el escenario global”.