El Gobierno de Venezuela y la oposición planean reanudar el martes unas conversaciones suspendidas por largo tiempo y Estados Unidos se apresta a aliviar las sanciones si el presidente Nicolás Maduro se compromete a celebrar elecciones supervisadas internacionalmente el próximo año, dijeron varias fuentes el lunes.
Estados Unidos ha dicho en varias oportunidades que estaría dispuesto a aliviar las sanciones a cambio de concesiones democráticas por parte de Maduro, pero el anuncio del lunes ofrece un primer cronograma concreto para las conversaciones entre el Gobierno y la oposición en casi un año.
Más tarde, Maduro dijo que la nueva ronda de acuerdos con la oposición incluye garantías electorales.
“Esos acuerdos serán muy beneficiosos para la paz (…) será muy beneficioso para las venideras elecciones, muy beneficioso porque sencillamente activamos y reactivamos las garantías electorales”, agregó Maduro en su programa transmitido en la televisión estatal.
“Puedo decir a esta hora de hoy lunes, a pesar de las manipulaciones de la prensa norteamericana, estamos a las puertas de iniciar una buena ronda de firma de documentos para garantías electorales”, agregó.
La administración del presidente Joe Biden ha estado orientándose hacia un mayor compromiso de Estados Unidos con Caracas en temas que van desde la energía hasta la inmigración y la reforma política, alejándose de la campaña de “máxima presión” del expresidente Donald Trump.
Los pasos iniciales implicarían un alivio significativo pero limitado de las sanciones por ahora, posiblemente eliminando algunas restricciones al sector bancario de Venezuela, dijeron fuentes de Estados Unidos, y agregaron que una mayor relajación dependería de si Maduro organiza elecciones justas que cumplan con los estándares internacionales.
Los diálogos, que buscan una salida a la prolongada crisis política y económica de Venezuela, se llevarán a cabo en Barbados. Se espera que Maduro, presidente desde 2013, se postule para la reelección, pero aún no ha formalizado su candidatura.
Se estima que las delegaciones del gobierno y la oposición firmen el martes un acuerdo relativo a las elecciones y Estados Unidos lo seguiría con autorizaciones vinculadas al sector petrolero, según dos fuentes en Washington familiarizadas con el asunto.
Cualquier acción estadounidense se produciría después de que las delegaciones de la oposición y el Gobierno venezolano firmen un acuerdo en virtud del cual Maduro se comprometa a fijar una fecha para las elecciones presidenciales y a levantar las prohibiciones impuestas a algunos candidatos de la oposición, dijeron dos fuentes.
Una fuente en Washington dijo que las medidas iniciales para aliviar las sanciones podrían anunciarse pocas horas después de la firma de Barbados si Estados Unidos está satisfecho de que Maduro ha cumplido su compromiso en esta etapa.
Entre las medidas que se estarían considerando está restaurar el acceso de los bancos venezolanos al sistema financiero global, lo que podría facilitar transacciones relacionadas con el petróleo, agregó la fuente.
El Departamento de Estado de Estados Unidos celebró el anuncio del regreso a las conversaciones, aunque no mencionó el recorte de las sanciones. “Estados Unidos continuará sus esfuerzos para unir a la comunidad internacional en apoyo del proceso de negociación liderado por Venezuela”, dijo.
No se supo de inmediato si funcionarios estadounidenses estarían presentes en las conversaciones en Barbados.
Estados Unidos es consciente de que Maduro no ha cumplido compromisos públicos y privados previos sobre la celebración de elecciones libres y está observando de cerca para asegurarse de que cumpla con sus últimas promesas, dijeron las fuentes.
La oposición celebrará elecciones primarias el domingo para elegir a su candidato para 2024, aunque la favorita María Corina Machado tiene una prohibición para postularse a cargos públicos.
Algunos miembros de la oposición dijeron el lunes que dudaban que Maduro cumpliera sus promesas.
Reuters informó la semana pasada, citando cinco fuentes, que Venezuela y Estados Unidos habían avanzado en conversaciones en Catar que podrían permitir que al menos una empresa petrolera extranjera adicional venda crudo venezolano para pagar su deuda si Maduro reanuda las negociaciones con la oposición.
Dos de esas fuentes habían nombrado a la francesa Maurel & Prom, socio de empresa mixta con la estatal venezolana PDVSA, como posible beneficiario de una autorización que le permitiría exportar petróleo como pago de deuda o establecer un acuerdo de intercambio de crudo para saldar deudas y dividendos pendientes.
SANCIONES
Estados Unidos impuso sanciones a Venezuela luego que Maduro fue reelecto en 2018 en unos comicios que fueron considerados una farsa por la falta de garantías democráticas y violaciones de derechos humanos. Desde 2019, las medidas limitan la comercialización del petróleo venezolano.
Las sanciones de Trump, combinadas con la presión diplomática, tenían como objetivo no solo causar daño financiero a Venezuela, Maduro y su círculo íntimo, sino también forzar la salida del poder del mandatario. Maduro y su gobierno han sobrevivido con el apoyo de los militares y países aliados como China, Rusia y Cuba.
El Gobierno de Biden ha buscado formas de aumentar el flujo de petróleo a los mercados para aliviar los altos precios causados por las sanciones a Rusia y las decisiones de la OPEP+ de recortar la producción. Pero sin una inversión sustancial en el sector petrolero de Venezuela, cualquier aumento real de la producción llevará tiempo, según analistas.
Biden ha mantenido la mayoría de las sanciones en un esfuerzo por obligar a Maduro a tomar medidas concretas hacia elecciones libres, presentando el alivio de las sanciones como un incentivo, lo que ha generado críticas de sus oponentes.
En una crítica a las políticas energéticas de Biden, el senador republicano John Barrasso dijo en una declaración que “Estados Unidos nunca debería mendigar petróleo a dictadores socialistas”.
Otra fuente en Washington dijo que un documento, que se espera sea firmado el martes en Barbados, incluiría una fecha para las elecciones en la segunda mitad del próximo año y permitiría observadores internacionales.
También permitiría la participación de figuras de la oposición que actualmente no pueden ocupar cargos públicos, añadió la fuente. No estaba claro si se levantarían las prohibiciones a todos los candidatos de la oposición, que considera ilegales las medidas.
Al menos dos de los candidatos inicialmente inscritos se retiraron de la contienda debido a que tienen prohibido ocupar cargos públicos. Reuters.