Existe un superalimento rico en propiedades y beneficios para el organismo de las personas, que si bien destaca por su gran aporte de hierro su mejor virtud es favorecer el desarrollo de un sistema inmune fuerte y una buena musculatura, por lo que es un alimento idóneo para incluirlo en la dieta diaria de aquellas personas que frecuentan un gimnasio o desean incrementar su musculatura. Se trata de la espinaca.
Sigue leyendo:
Trucos de limpieza: 3 formas de usar la Coca-Cola qué quizás no conocías
Descubre los secretos para cultivar Jiaogulan, la hierba de la inmortalidad
La espinaca (Spinacia oleracea) es además un alimento rico en magnesio, a grado tal que si el organismo pudiera absorber todo el magnesio que contiene de manera adecuada, una porción aportaría casi la mitad de la cantidad que el cuerpo necesita diariamente. Sin embargo, la absorción desde fuentes vegetales no es la idónea y el cuerpo termina por aprovechar entre el 25 y el 35% del contenido total de este mineral.
¿Cuáles son los otros beneficios de la espinaca?
Gracias al magnesio contenido en las espinacas es como se ha impulsado la integración de este producto en numerosas dietas que aportan múltiples beneficios a quienes la consumen. Entre ellas la capacidad de este mineral de favorecer una buena musculatura y un sistema inmune fuerte.
Por si esto no fuera suficiente, la espinaca ayuda a reducir el cansancio. Mientras que el magnesio es el responsable de una correcta contracción y relajación muscular -incluyendo los vasos sanguíneos y el corazón. Mientras que su carencia es perceptible por síntomas como insomnio y pesadez muscular.
Las opciones para consumirlas también son variadas, ya que se pueden comer crudas o cocidas; a su vez, el calor no destruye sus propiedades como ocurre con otros vegetales.
¿Cómo cultivar la espinaca en un huerto casero?
Para quienes deseen cultivarla, cabe destacar que las espinacas se siembran al voleo o en líneas separadas 20 centímetros entre sí; también se pueden preparar en almácigo para luego trasplantarlas. En ambos casos, la profundidad de siembra es de 1 a 2 cm. Cabe destacar que a dos semanas de nacer las plantitas hay que hacer un primer raleo y dejar 5 a 8 cm entre cada una.
Para sus cuidados, debemos considerar que la planta de espinaca se lleva bien con la sombra y la humedad, y crecerá mejor en un suelo profundo, con buen drenaje y rico en humus. Las personas la podrán cultivar todo el año, pero será más sencillo y rápido en otoño y primavera ya que no tolera el calor.