Dos de las actividades más recomendadas por especialistas para elevar los niveles de oxitocina y mejorar la salud tanto física como mental son el ejercicio y las relaciones personales, en particular la vida en pareja.
En un mundo perfecto, ambas podrían mezclarse para crear todo un círculo virtuoso donde la actividad física se puede realizar en compañía de la persona que amas y todo es armonioso, pero no siempre es así.
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Y es que el ejercicio a pares es un campo minado. Ya sea porque no te sientas capaz de alcanzar el nivel de tu pareja, o porque creas que quizá la presionas mucho para llegar a tu paso, la práctica puede ser menos placentera de lo que idealmente podría ser.
“Yo creo que más que motivarse mutuamente, el reto es mantenerse motivados. Soy mucho de la idea de comenzar todo a través de hábitos, si comenzamos al revés, a mi parecer, desde un voy a generar este hábito, voy a trabajar en la consistencia, en ser constante con algo, al final sí se vuelve parte de nuestra vida”, señala la entrenadora Paola Fuentes.
La comunicación es primero
De acuerdo con la también ex participante del reality deportivo Exatlón, tener la confianza para hablar claramente con tu pareja antes de lanzarse al entrenamiento conjunto es clave para mantener una rutina deportiva positiva.
“Es bien importante buscar alguna actividad que ambos disfrutemos, que no sea solamente ‘a mí me gusta y pues bueno, te acompaño’, porque al final para uno de los dos se puede volver un poquito más tedioso, más cansado.
“Hay que llegar a acuerdos previos: hablar sobre qué disfrutas, qué de plano no te gusta, qué podríamos hacer en conjunto y que ambos disfrutemos”, señala Fuentes.
Mantener esa comunicación activa en todo momento, para conocer las necesidades físicas, mentales y hasta emotivas de tu pareja, es clave para que la emoción de conseguir metas juntos permanezca viva en todo momento.
Entrenar sin miedo
Otro de los consejos de Fuentes, quien actualmente funge como entrenadora para la marca deportiva New Balance, es atreverse a intentar las cosas con la confianza de que el desempeño personal no necesariamente creará una barrera con nuestra pareja.
“A veces tenemos este temorcito de mostrarnos vulnerables y decir ‘ya me cansé y tengo náuseas, ganas de vomitar’ y al contrario, creo que son esos momentos de vulnerabilidad los que te acercan mucho más a la persona, que te enseñan a pedir ayuda, a ser un equipo y tu relación puede subir de nivel y estrechar lazos de una forma mucho más profunda”, argumenta.
Además de tener mucho ánimo para comenzar, siempre es bueno cultivar la empatía y considerar las capacidades físicas de la pareja, en aras de ayudarle a elegir el ejercicio ideal para ponerse en forma a nuestro lado.
“Luego creemos que si no he hecho nada en mi vida, nunca es el momento oportuno para comenzar, o lo vemos muy difícil porque nos podemos lastimar. Entonces también hay que entender que hay actividad física y hay deportes específicos para todas las personas”, aconseja.
¿Mejor solo?
Por último, Paola Fuentes también aconseja comprender que no siempre es la falta de cariño la razón por la que algunas parejas prefieren ejercitarse solos, aunque exista toda la disposición de tu parte.
“Hay parejas que les encanta compartir, incluso trabajan juntos o tienen muchos espacios que comparten y bueno, les funciona porque saben que hay alguien con quien pueden contar, alguien que no los va a hacer sentir mal o no se va a burlar.
“También hay personas que prefieren tener espacios solos, donde cada uno tenga su actividad, que también es válido. Hay que respetar si a mi pareja le gusta que esté ahí al lado, si le gusta que lo motive o que me mantenga callada”, señala.
Al final, de acuerdo con la experta, lo importante es ofrecer un apoyo constante, que le permita a la otra persona sentirse importante y que puede alcanzar todo aquello que desea, claro, siempre a tu lado.
“Que tu compañía lo haga sentir confiado, seguro, y que lo haga sentir todo que tu amor no va a estar condicionado o no va a aumentar o disminuir por el grado de habilidad deportiva, por qué tan bueno soy, sino simplemente por ser yo”, concluye.