Un equipo multidisciplinario de investigadores del Centro Nacional Patagónico, Centro Científico Tecnológico del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas ( CENPAT – CONICET) de Argentina, ha dado a conocer un avance científico prometedor en la lucha contra la contaminación ambiental. La Lic. María de la Paz Pollicelli, junto a un grupo de expertos de distintas disciplinas, han presentado un estudio que representa un avance significativo en la comprensión de cómo las plantas pueden utilizarse para remediar suelos contaminados sin recurrir a métodos más agresivos. Desvelaron la utilidad de una planta de la región patagónica de Argentina y centro de Chile, con potencial para fitoestabilizar y fitorremediar suelos contaminados con plomo y zinc, respectivamente.
La fitorremediación, técnica que utiliza plantas para reducir o eliminar contaminantes, se posiciona como una alternativa ecológicamente amigable frente a métodos más invasivos. En ese sentido, este estudio que lleva adelante un grupo de investigadores argentinos, posibilita comprender cómo algunas plantas actúan frente a los metales. En esta oportunidad, el centro de atención radica en la Atriplex vulgatissima, un arbusto hallado en regiones salinas y costeras de Argentina y Chile.
Este es el arbusto ideal para remediar suelos contaminados
Los estudios realizados han concluido que la Atriplex vulgatissima posee una gran habilidad para remediar suelos contaminados con metales pesados. La investigación, que forma parte del doctorado de Pollicelli bajo la dirección de la Dra. Yanina Lorena Idaszkin y el Dr. Federico Márquez, ha evidenciado cómo esta planta no solo tolera condiciones extremas de salinidad sino que también es capaz de absorber y acumular plomo y zinc en sus tejidos. Esta capacidad la convierte en un candidato ideal para la fitorremediación, una técnica ecológica que utiliza vegetales para depurar el suelo, transformando o eliminando contaminantes sin afectar negativamente el ambiente.
El estudio realizado con Atriplex vulgatissima, publicado en la revista científica Chemosphere, resalta la capacidad excepcional de esta especie para sobrevivir y adaptarse a altos niveles de plomo y zinc. La planta acumula estos metales de manera diferencial, sugiriendo su idoneidad para fitoestabilizar plomo en sus raíces y fitoextraer zinc en su biomasa aérea. Este comportamiento no solo subraya su capacidad de adaptación sino que también ofrece un método visual para identificar y monitorear la presencia de contaminantes en los suelos.
La capacidad de la planta para diferenciar entre plomo y zinc, acumulándolos selectivamente en raíces y biomasa aérea respectivamente, abre nuevas alternativas para el diseño de estrategias de fitorremediación más efectivas y específicas. Este descubrimiento representa un avance significativo en la búsqueda de soluciones sostenibles para la recuperación de suelos contaminados, ofreciendo esperanza para la revitalización de ecosistemas dañados por la actividad industrial.