El Gobierno de España reconoció hoy el Estado palestino con las fronteras de 1967, de forma coordinada con Irlanda y Noruega, lo que provocó el enfado del Ejecutivo de Benjamín Netanyahu, que le acusó de “incitar al genocidio judío”.
Tras estas acusaciones, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, explicó que habló con sus colegas irlandés y noruego para coordinar una respuesta “serena y firme” a los “bulos infames” y ataques de Israel.
La tensión entre España e Israel ha ido en aumento pese a que el presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, dejó claro en una declaración institucional que el reconocimiento de Palestina no va contra nadie “y menos contra Israel”.
“La única solución posible”, recalcó el jefe de Gobierno, es la de los dos Estados, Israel y Palestina, en su caso con un corredor que comunique Gaza y Cisjordania, con Jerusalén Este como capital y con la Autoridad Nacional Palestina al frente.
Sánchez indicó que no implica un reconocimiento de fronteras más allá de lo establecido en resoluciones de la ONU al respecto y de la postura mantenida por la Unión Europea, sin cambios “que no sean acordados por las partes” respecto de los límites de 1967.
Además, España no abrirá una embajada en Palestina y las relaciones diplomáticas se realizarán a través del consulado en Jerusalén.
Después, Sánchez habló con el primer ministro iraquí, Mohamed Shia al Sudani, para señalar que es fundamental que árabes y europeos sumen “esfuerzos para impulsar la celebración de una conferencia internacional de paz” sobre Oriente Medio.
Este miércoles, un día después del reconocimiento, se reunirá con su homólogo palestino, Mohamed Mustafa, en el primer viaje que realiza a España.
“Nadie nos intimida”
“Nadie nos intimida”, advirtió el ministro español de Exteriores sobre lo que consideró una estrategia de Israel para desviar la atención sobre la guerra en Gaza y los pronunciamientos de la Corte Internacional de Justicia para que detenga su intervención militar en la Franja.
En un mensaje en la red social X, en español y en hebreo, el ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, acusó a Sánchez de ser “cómplice de incitar al genocidio judío” al reconocer al Estado palestino.
Israel reaccionó con ira al reconocimiento oficial del Estado palestino hecho por España, Irlanda y Noruega, con medidas como impedir que el consulado español en Jerusalén preste servicio a los palestinos de la Cisjordania ocupada.
Al respecto, Albares comentó que los servicios jurídicos de Exteriores de España estudian si viola la legalidad internacional, a la vez que lamentó este tipo de “amenazas”.
Desde la oposición, las críticas fueron en aumento, sobre todo por parte del conservador Partido Popular, principal fuerza opositora, que cargó contra Sánchez por enfrentarse a Israel y “dañar de forma irreparable la posición externa de España”.