CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- La elegante cantante mexicana de pop Kaia Lana ofreció mágico recital en la intimidad del Lunario del Auditorio Nacional, brindando un recorrido en su historia musical y la presentación de su reciente álbum intitulado “¿Cómo sonaría un disco?”, el segundo en su trayectoria.
El concierto destacó por la inclusión del “Proyecto Vibra”, en el que personas con discapacidad auditiva pueden sentir la música en una experiencia inmersiva a través de chalecos sensoriales; además, en directo y sobre el tablado, se realizó interpretación en lengua de señas mexicana, traducción que ella agradeció a la Fundación Ocesa.
El espectáculo fue dividido en tres, dando apertura el primer segmento a los ritmos de “Vas a querer” y “Volver a empezar”. Continuó “Daydreaming” y entonces, ella convidó al cantante César Pinzón para “Playita en tu mar”. Kaia fue acompañada por un reluciente ensamble de músicos, aderezando el espectáculo en una producción minimalista. Una pantalla a telón de fondo refrescaba su concepto pop, adicional a coloridas luminarias surcando el recinto.
Acudió un público juvenil que de principio a fin coreó las rolas de la cantante nominada como “Mejor Nueva Artista en los Tiktok Awards”.
Navegó la pisciana por “El Barco” para aunar singladuras en “Soporten” y “Polaroid”. La artista, nacida hace 31 años en la CDMX el 12 de marzo de 1992 y egresada del Instituto de Música Berklee, durante cada episodio engalanó cambios de vestuario. En la segunda parte entonó al piano “Cuatro paredes” y “A Thousand Years”. Ambiente de buena vibra delineó el show considerando “Anclada”, “Miedo” y la romántica “Se me olvidó olvidarte”, ésta con acompañamientos en la voz de Luis Jiménez, integrante del dueto venezolano Lagos (con Agustín Zubillaga).
Luego de “Dejarte me lo debo a mí y “Sólo el amor duele así”, encaminó la tercera parte al ritmo de “Déjenme llorar”. Sensibilidad pop y tintes de bohemia confeccionaron el acto. La cantautora agradeció, honrando especialmente al “Proyecto Vibra” y las interpretaciones en lengua de señas mexicana, dando un halo de luz a asistentes con discapacidad auditiva.
Hacia el ocaso resonó “Sobrenatural” y “Vuelvo a mí”. En aparente adiós, retornando rauda obsequió “Repetir el plan” y “Amantes astrales”. Kaia Lana desapareció aclamada en cascadas de aplausos ensordecedores.