La captura de Ismael “El Mayo” Zambada debe ser una de las notas más relevantes de este sexenio. Lamentablemente, la nota llegó de Estados Unidos porque el gobierno de México ni enterado estaba.
La indolencia e incapacidad de Andrés Manuel López Obrador, la terrible secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez y los ‘desaparecidos’ secretarios de la Defensa, Marina y Guardia Nacional, dan una muestra de la “estrategia” de seguridad en este gobierno: nula.
Ismael “El Mayo” Zambada es sin duda alguna, la principal figura del narcotráfico en nuestro país desde hace más de 40 años, por encima de caras y nombres reconocidos que ayudaron a alimentar este show sangriento de la guerra contra el narco implementada por Felipe Calderón, seguida por el fracasado de Enrique Peña Nieto y rematada por el valemadrismo de López Obrador.
Personajes como “El Chapo” Guzmán, los Beltrán Leyva, “La Barbie” y decenas de nombres contribuyeron a crear el escenario de Genaro García Luna para convertirse en el súper policía federal pero que con la otra mano cobraba fajos de dólares del narco.
“El Mayo” Zambada si era realmente ‘El Jefe de Jefes’. En el organigrama, él fue el líder del Cártel de Sinaloa con dos poderosos brazos, Juan José Esparragoza “El Azul”, que era el operador político-económico y “Nacho” Coronel, jefe del impresionante grupo armado, donde destacaba “El Chapo” Guzmán (su yerno) y que a la postre fue subiendo de nivel.
A la muerte de “El Azul” y Coronel, “El Mayo” afianzó su poder en el Cártel y fungió como lo que alguna vez fue Amado Carrillo Fuentes “El Señor de los Cielos”, el único capaz de reunir a todos los entonces líderes narcos en la denominada Federación, donde estableció orden para sumar esfuerzos en el acopio y tráfico de droga, así como el reparto de territorios entre cárteles.
Ismael “El Mayo” Zambada nació el 1 de enero de 1948 en El Álamo, Sinaloa. Desde muy joven se involucró en el tráfico de drogas y su ascenso en el mundo del narcotráfico se produjo en la década de los 80’s cuando formó parte del Cartel de Juárez y Guadalajara, una de las organizaciones criminales más poderosas de la época.
Con la desintegración del Cartel de Guadalajara, Zambada y otros líderes del narcotráfico formaron el Cartel de Sinaloa, enfocándose en crear alianzas gubernamentales y desarrollando su capacidad logística para el tráfico de drogas, permitiendo a ese grupo expandirse y consolidando su poder prácticamente en los 5 continentes.
Gracias a la formación que inculcó a sus hijos, principalmente a su hijo Vicente Zambada Niebla, ‘El Vicentillo’, el cártel se involucró en otros delitos (secuestro, trata, extorsión, etc.) que forman parte de los más de 20 delitos que conforman el crimen organizado.
“El Mayo” tuvo siempre la facilidad de evitar la atención mediática y las confrontaciones abiertas con las autoridades, sin embargo, se dio el lujo de buscar al periodista Julio Scherer para que lo entrevistara en abril de 2020 y salir en la portada de la revista Proceso.
Por más de cuatro décadas, Zambada García libró ser capturado gracias a su conocimiento del terreno del Triángulo Dorado en Sinaloa, su red de contactos y su capacidad para mantenerse un paso adelante de las autoridades, lo que lo hizo un enigma y prácticamente imposible de atraparlo.
En la última década antes de ser detenido, “El Mayo” vio la caída de dos de sus hijos, “El Vicentillo” y “El Mayito Gordo”, así como de su hermano Jesús “El Rey” Zambada y un sobrino, todos capturados, extraditados a Estados Unidos y varios liberados ya gracias a su colaboración en diversas medidas con la justicia norteamericana, que les permitió sentencias reducidas y liberaciones tempranas.
Hay dos momentos clave para conocer su poder e influencia. En 2016, en Puerto Vallarta, Jalisco, un comando fuertemente armado ingresó por la fuerza al restaurante La Leche, para secuestrar a varias personas. Los objetivos eran Jesús Alfredo Guzmán Salazar e Iván Archivarlo Guzmán, “Los Chapitos”.
Tras varios minutos de retenerlos, los hijos del “Chapo” fueron dejados en libertad.
Hay dos versiones públicas conocidas que señalan a los posibles autores del secuestro. Uno es que habría sido Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), quien había advertido a los “Chapitos” no acercarse a la plaza. La otra apunta a Jesús Alfredo Beltrán Guzmán, hijo mayor de Alfredo Beltrán Leyva.
En cualquiera de los dos casos, es conocido que ‘El Mayo’ Zambada fue quien operó el rescate.
El otro fue en 2019 en el conocido ‘Culiacanazo’, donde fuerzas federales detuvieron y posteriormente liberaron a Ovidio Guzmán, hijo de “El Chapo” y que marcó un antes y un después para el actual gobierno y su “estrategia” de seguridad.
De acuerdo con lo narrado en testimonios e incluso del secretario de la Defensa, cuando Ovidio fue capturado, decenas de operadores y sicarios fueron desplegados por “El Mayo” Zambada por toda la ciudad para quemar autos, realizar narcobloqueos y generar caos y pánico entre la población. De hecho, Andrés Manuel López Obrador señaló que muchos de ellos alistaban un operativo para ingresar a la zona militar donde viven las familias y amenazaron con secuestros y asesinatos, lo que derivó en que él (López Obrador) ordenara la liberación de Ovidio.
Hoy, cuatro años después, Ismael Zambada García fue engañado por Joaquín Guzmán López, otro hijo de “El Chapo”, quien presuntamente lo secuestró y trasladó a un aeropuerto de Nuevo México para ser detenido.