El papa Francisco autorizó la canonización de la beata argentina María Antonia de Paz y Figueroa, conocida popularmente como Mama Antula, según confirmó hoy la Santa Sede.
En una audiencia del pasado martes con el prefecto para el Dicasterio para la Causa de los Santos, el cardenal Marcello Semeraro, el pontífice argentino aprobó la publicación del decreto para la santificación de Mama Antula.
Lo hizo después de reconocer un supuesto milagro obrado por la intercesión de la hasta ahora beata.
María Antonia (1730-1799) fue una laica consagrada argentina que llevó a cabo una ardua labor espiritual y social en Argentina, fundando en 1795 en Buenos Aires la Santa Casa de Ejercicios Espirituales, actualmente un monumento histórico del país.
En agosto de 2016 fue beatificada con una multitudinaria misa en la provincia norteña de Santiago del Estero, de donde era natural, después de que el Vaticano le atribuyera la supuesta curación en 1904 de una religiosa de las Hijas del Divino Salvador desahuciada.
El camino hacia la santidad tiene varias etapas: la primera es ser declarado Venerable Siervo de Dios; la segunda, beato, y la tercera, santo.
Venerable Siervo de Dios es el título que se da a una persona muerta a la que se reconoce “haber vivido las virtudes de manera heroica”.
Para que un venerable sea beatificado es necesario que se haya producido un milagro debido a su intercesión, y para que sea canonizado, hecho santo, se precisa un segundo milagro obrado “por intercesión” después de ser proclamado beato, como en este caso.