La presencia masiva de militares y policías en las calles ha reducido el número de homicidios diarios de 27 a 11 en Ecuador, según el presidente de la República, Daniel Noboa. En los 160 cantones donde el riesgo es considerado “bajo”, se ha levantado el toque de queda.
En aquellos donde el riesgo es “medio”, la población permanecerá en sus casas de las 2 a las 5 de la mañana, lo que dará un respiro a los sectores de restaurantes y vida nocturna. Pero donde el riesgo es “alto”, el toque de queda se reducirá sólo una hora, de medianoche a las 5 de la mañana.
Guayaquil, ciudad de todos los tráficos
La gran ciudad de Guayaquil permanece en la zona roja, lo que no sorprende a Pedro Granja, director del Instituto Latinoamericano de Estudios Antimafia: “El índice de criminalidad en Guayaquil ha aumentado un 30%. En Ecuador hay 44 muertes violentas por cada 100.000 habitantes, pero en Guayaquil hay 115″, expresa.
Y Pedro Granja no es ajeno a la violencia. Hace cuatro meses, colocaron una bomba frente a su instituto, lo que le obligó a enviar a su familia al extranjero. Si la situación de seguridad sigue siendo tensa en Guayaquil, es porque la ciudad es un centro neurálgico para el narcotráfico.
“La geografía de Guayaquil permite utilizar grandes barcos para exportar enormes cantidades de droga a Rotterdam, Amberes o incluso Gioaia Tauro, un puerto italiano de Calabria controlado por la mafia ‘Ndrangheta”, explica Rojas.
Mientras acaba de llegar la ayuda militar estadounidense, las fuerzas armadas siguen registrando las 10 cárceles más violentas del país, sustrayendo armas, drogas, explosivos, teléfonos móviles y cables de internet.