Un par de padres de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos de Ayotzinapa entraron a las instalaciones del 27 Batallón de Infantería en Iguala ayer miércoles, para continuar con la búsqueda de sus hijos, cuyo paradero desconocen desde el 26 de septiembre de 2014.
El exvocero de los padres de los 43 normalistas, Felipe de la Cruz, quién representa a un grupo minoritario de padres y madres de los estudiantes desaparecidos, informó a medios locales que la búsqueda en las instalaciones militares de Iguala tiene el propósito de hallar evidencias de que en ese lugar estuvieron privados de su libertad un grupo de normalistas.
La búsqueda inició este miércoles y terminará el próximo viernes 3 de agosto, confirmó Felipe de la Cruz.
Durante su primera jornada de búsqueda, los padres de los normalistas contaron con el acompañamiento de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia. Además, estuvo presente Arturo Medina Padilla, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, perteneciente a la Secretaría de Gobernación (Segob).
De la Cruz, compartió que la búsqueda es una diligencia encabezada por el subsecretario de Gobernación, Arturo Medina Padilla.
El subsecretario escribió este miércoles en su cuenta de X (antes Twitter): “Tenemos programada una importante jornada de búsqueda instruida por el presidente de México. Como todos los días continuamos con las tareas de búsqueda de los normalistas de Ayotzinapa, Guerrero”.
En el primer día de búsqueda en las instalaciones del 27 Batallón, llegaron Ciriaco Vázquez, padre del normalista Abelardo Vázquez, y María de los Ángeles Abarca, madre del estudiante Luis Ángel Abarca.
Según reportan medios locales, las autoridades permitieron únicamente que dos padres entraran al Batallón.
No obstante, estuvo presente Arturo Medina Padilla, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, perteneciente a la Secretaría de Gobernación (Segob).
Los padres y madres que son asesorados por Vidulfo Rosales Sierra, abogado del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, decidieron no participar.
Explicaron que ya habían visitado el 27 Batallón en 2019 durante una diligencia similar. En esa ocasión, no se encontró evidencia relevante que aportara claridad al caso de los estudiantes desaparecidos. Esta experiencia previa generó escepticismo sobre la utilidad de repetir el proceso sin nuevas pruebas o avances significativos en la investigación.