El dólar se encaminaba este viernes hacia una de sus mayores caídas semanales del año frente a las principales divisas, mientras que el yen se fortalecía ante la creciente preocupación por el empeoramiento de las perspectivas económicas mundiales.
Los datos de inflación de Estados Unidos del martes, más fríos de lo esperado, contribuyeron a reajustar las expectativas del mercado sobre la rapidez con la que la Reserva Federal recortará las tasas de interés y han pesado sobre el dólar, que va camino de un desplome semanal del 1.6%, el mayor desde mediados de julio.
El índice dólar cedía un 0.2%, a 104.14 unidades, mientras que el euro EUR ganaba un 0.1%, a 1.08615 dólares, tras datos que confirmaron que la inflación interanual del bloque se ralentizó de forma brusca en octubre.
A su vez, el yen, que lleva tiempo castigado por la fortaleza del billete verde, superó a la baja la barrera de las 150 unidades por dólar por primera vez en casi dos semanas. La divisa estadounidense perdía un 0.9%, a 149,32 yenes.
Lee Hardman, analista de divisas de MUFG, dijo que la fortaleza del yen refleja el hecho de que “la preocupación por la contracción del crecimiento está aumentando” a nivel mundial, añadiendo que la relación de intercambio japonesa se vio menos afectada por la caída de los precios de la energía.
Las cifras de ventas minoristas británicas del viernes, inferiores a lo esperado, se sumaron a una serie de indicadores negativos esta semana, con la libra esterlina operando prácticamente plana en 1.24230 dólares.
La atonía de los datos mundiales ha aumentado la preocupación por las perspectivas económicas, pero también sugiere que los bancos centrales podrían estar ganando la batalla a la subida de los precios.
Este viernes se publicarán los datos sobre la construcción de viviendas en Estados Unidos y varios responsables de la Fed también harán comentarios públicos.