Dos de las discotecas implicadas en el incendio del pasado domingo 1 de octubre en una zona de ocio de la ciudad española de Murcia, en el que murieron 13 personas, no tenían licencia municipal y sobre ellas había una orden de cese de actividad desde enero de 2022.
Así lo dieron a conocer este 2 de octubre funcionarios municipales en una rueda de prensa, en la que ofrecieron los primeros datos de las investigaciones llevadas a cabo para conocer el origen de la tragedia.
Se trata de las discotecas Teatre y Fonda Milagros que, administrativamente, ambas son un solo local, Teatre S.L, según indicaron los responsables de urbanismo en el consistorio murciano.
El fuego comenzó en la madrugada del domingo en uno de los locales del complejo de las Atalayas, una popular zona de Murcia, donde comparten espacio decenas de discotecas, locales de comida rápida y clubes nocturnos, sin que de momento se conozca como se produjo.
Las autoridades municipales confirmaron además la cifra de 13 fallecidos, al localizarse en buen estado las cinco personas que se encontraban desaparecidas, que se pusieron en contacto en las últimas horas con sus familiares.
Además, no se encontraron nuevos cadáveres en la zona siniestrada una vez que los bomberos tuvieron acceso total a ella.
Queda ahora por identificar a los muertos, algo para lo que se desplazaron desde Madrid expertos forenses, dado el estado calcinado de los cuerpos, según indicó el delegado del Gobierno en Murcia, Francisco Jiménez, quien pidió paciencia.
Se trata del incendio más mortífero registrado en España en un local de ocio desde la tragedia vivida en 1990 en la discoteca “Flying” de Zaragoza, donde murieron 43 personas.
La mayor tragedia en una discoteca tuvo lugar en Madrid el 17 de diciembre de 1983, cuando un incendio originado tras las cortinas del escenario de la discoteca Alcalá 20 acabó con la vida de 81 personas, la mayoría jóvenes.