Desde sus inicios, el cine inspira y muchas veces los paisajes que vemos en la gran pantalla motivan a conocer los sitios en los que se desarrollan las acciones de nuestras películas favoritas.
De hecho, muchas de las primeras películas de los hermanos Lumiére eran precisamente sobre el estilo de vida en sitios alejados de París o Lyon, en Francia, y permitían a los espectadores viajar sin moverse de su lugar de origen.
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Eso no ha dejado de ocurrir en el Séptimo Arte, y para muestra algunas de las cintas nominadas a Mejor película en la entrega 96 del Oscar, que se realizará este domingo 10 de marzo en Los Ángeles.
El pueblo creado para las pruebas de la bomba atómica en Oppenheimer, las grandes planicies de Los asesinos de la luna, la señorial Boston de Los que se quedan o las coloridas playas de Venice Beach retratadas en Barbie: aquí hay cuatro opciones de viaje, sugeridas por los expertos de Civitatis.
Los Ángeles: Barbie
Una de las ciudades más cosmopolitas y multiculturales de los Estados Unidos es, sin duda, Los Ángeles. Desde los altos barrios universitarios en Berkeley hasta las soleadas playas, sin obviar las colinas de Hollywood, hay un poco para todos.
Las coloridas playas de Venice Beach son una parte vital en la narrativa de Barbie, cinta dirigida por Greta Gerwig. Su parque de patinaje, el cual se extiende al lado de la arena que recibe al Océano Pacífico es el primer sitio del mundo “real” al que llega su protagonista.
Precisamente la vibra relajada y ligera es lo que caracteriza a las playas angelinas, las cuales no solo ofrecen una de las mejores vistas al estilo de vida californiano, sino que son un elemento imperdible en cualquier viaje por la Unión Americana.
Los Álamos: Oppenheimer
Para un proyecto titánico como lo fue la filmación de Oppenheimer, el cineasta Christopher Nolan eligió retomar algunos de los espacios a los que realmente acudió el célebre científico norteamericano.
Uno de ellos es el Parque Histórico Nacional Manhattan Project, ubicado en Los Álamos, Nuevo México, donde se levantó todo un pueblo para recibir a los científicos que trabajaron en uno de los inventos más mortíferos de la humanidad.
En este parque nacional, de acceso libre, puedes visitar la casa del mismísimo Oppenheimer, la estación del tren de Lamy, donde llegaban los materiales, los dormitorios de las mujeres civiles o el comedor, todos ellos parte de la historia mundial.
Boston: Los que se quedan
Una de las ciudades conocidas mundialmente por su vida universitaria fue el escenario elegido por el cineasta Alexander Payne para desarrollar la historia de este filme, protagonizado por Paul Giamatti.
Las frías y señoriales calles de la capital de Massachusetts han sido retratadas en numerosas ocasiones en el cine, por lo que una de las mejores ideas es contratar un recorrido por sus sets.
En el caso de Los que se quedan, debes visitar la escuela Groton, ubicada al norte de la ciudad, cuyas instalaciones se usaron prácticamente en toda la película, además del hermoso pueblo de Fairhaven, cuyos preciosos paisajes nevados debes disfrutar por lo menos una vez en la vida.
Pawhuska, Oklahoma: Los asesinos de la luna
El más reciente drama de Martin Scorsese, protagonizado por Leonardo di Caprio y Robert de Niro, se desarrolla en una de las regiones tradicionalmente habitadas por pueblos originarios desde hace siglos.
Las grandes planicies de Oklahoma invitan a hacer un recorrido lento, donde se aprecia la naturaleza y los sutiles cambios que tiene con el paso del tiempo. Y para ello nada como ir a Pawhuska, cuya estación de tren es retratada en el filme.
Relativamente cerca se encuentra Fairfax, otro de los puntos retratados en el largometraje, y el cual se considera la puerta de entrada de la Nación Osage, cuya visita te permitirá comprender otra de las aristas de la cultura norteamericana.