CIUDAD DE MÉXICO (APRO).- Ante 18 mil fans, la banda argentina Los Fabulosos Cadillacs mantuvo incesante aceptación entre sus fieles la noche del miércoles 8 en el Palacio de los Deportes, como parte de su gira “El León del Ritmo”, a tan sólo unos meses de romper el récord de asistencia en el Zócalo capitalino reuniendo a 300 mil personas el pasado 3 de junio.
La desenfrenada fiesta ska hizo temblar al recinto de Iztacalco desde los primeros pasos del líder Gabriel Julio Fernández Capello, alias “Vicentico” en la voz, Señor Flavio al bajo, Sergio Rotman en el saxofón, la trompeta de “Dany” Lozano, la bataca de Nando Ricciardi, Mario Siperman con los teclados; Astor Cianciarulo, bajo y batería, así como Florián Fernández Capello en la eléctrica.
Enorme estallido de emociones sacudió el recinto de Iztacalco a los acordes de “Mi novia se cayó en un pozo ciego”, “Carmela” y “Estoy harto de verte con otros”. Los reunidos, en su mayoría coetáneos a la agrupación surgida en Buenos Aires hacia 1984, conectaron al instante en un ambiente de acelerado jolgorio. Algunos acudieron en familias, e incluso se les observaba aleccionando a sus niños en las usanzas del ska, ora bailando, brincoteando, y coreando cada rola y (claro) dándole al slam cuando ameritaba la oportunidad.
La fanaticada mexicana adora a los Fabulosos y la banda comandada por “Vicentico” comparte el sentimiento. La gigantesca pantalla al centro visibilizaba a los ejecutantes saboreando del espectáculo. Rugía “Manuel Santillán, el León”, avanzando velada candente en “Demasiada presión”.
El público se arremolinaba en la plancha frente al tablado. Los cuerpos adheridos danzaban en un hervidero de calor humano; las sudoríparas pieles pululaban buena vibra. Trepidó más slam al son de “Quinto Centenario”, continuando jubilosa alegría en“Calaveras y diablitos”.
Las tumbas son para los muertos,
Las flores para sentirse bien,
La vida es para gozarla,
La vida es para vivirla mejor…
Los coros acompañaron a la fanaticada durante cada tema, oyéndose “Los condenaditos”, “Saco Azul”, “Revolution Rock” y con pasiones románticas para “Siguiendo la luna”.
Vamos, mi cariño, que todo está bien,
Esta noche cambiaré, te juro que cambiaré,
Vamos, mi cariño, ya no llores más,
Por vos yo bajaría el Sol
O me hundiría en el mar…
Al ocaso se seleccionó repertorio pachanguero rasgando “Gitana”, “Carnaval toda la vida”, “Mal bicho” y la gloriosa añeja “Matador”. Los músicos desaparecieron unos minutos. El retorno veloz obsequió “Vos sabés” y “Silencio hospital”. El adiós contempló las tremendas “Vasos vacíos”, “El satánico Doctor Cadillac” y “Yo no me sentaría en tu mesa”.
Los pibes huyeron entre laureles por su fanaticada, cobijados al emblemático coreo de la última rola. Los respetables continuaron canturreando el tema entre los pasillos y afuera del Domo de Cobre:
“¡Oh, Oh, Oh!”.
Este jueves 9 de noviembre se les verá nuevamente en el Palacio de los Deportes en segunda fecha.