Para que la Poinsettia adquiera ese tan deseado color rojo, el truco es controlar su exposición a la luz. La planta debe estar en un ambiente oscuro durante al menos 10 horas al día.
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Este periodo de oscuridad debe comenzar a principios de otoño y prolongarse hasta que las hojas comiencen a enrojecer, lo cual podría tomar hasta 2 meses.
Además, debes evitar exponer la planta a la luz artificial durante este periodo oscuro, ya que puede interrumpir el proceso y evitar que las hojas se tornen rojas. Este método imita el ciclo natural de luz y oscuridad que la planta experimentaría en su hábitat natural, lo que estimula el cambio de color.
Recuerda, el riego debe ser moderado y directo al suelo, evitando mojar las hojas y pétalos para evitar manchas.
Cómo hidratar correctamente tu flor de POINSETTIA
Para hidratar correctamente tu flor de Poinsettia, es esencial proporcionarle la cantidad adecuada de agua. No debes encharcar el sustrato, ya que el exceso de agua puede provocar la pudrición de las raíces. Por otro lado, la falta de agua puede deshidratar la planta.
- La clave está en mantener el suelo húmedo, pero no mojado. Para lograrlo, es recomendable:
- Regar la planta cada tres días, asegurándote de que la tierra quede completamente humedecida.
- Aumentar la cantidad de agua durante la época de calor.
- Colocar un plato debajo de la maceta y agregar un poco de agua y unas cuantas piedras. El nivel del agua no debe sobrepasar las piedras.
Recuerda que la flor de Poinsettia también puede absorber agua a través de las hojas, por lo que puedes rociarlas de vez en cuando. Sin embargo, evita mojar las flores para prevenir la aparición de enfermedades.