El dogo argentino es uno de esos perros que cargan con el estigma de haber sido empleados como canes de pelea en sus orígenes, allá en los años 20, época en la que estos sangrientos espectáculos gozaban de gran éxito en Argentina y otros países.Vale mencionar que en muchas oportunidades han sido criados por personas sin amor por los animales que los han maltratado para obtener un ejemplar agresivo. Sin embargo, es excepcionalmente cariñoso, bondadoso y que establecerá vínculos muy fuertes con su familia.
El creador de la raza fue el Dr. Antonio Nores Martínez (1907-1956), un cirujano cordobés, amante de la caza, que quiso desarrollar el perfecto perro de caza mayor para, por ejemplo, jabalíes, zorros, pumas y demás animales propios de la zona. Para ello, se eligieron las razas a cruzar, mezclando habilidades específicas de cada una, como la altura, la fuerza o el olfato. Entre dichas razas estaban el Bull Terrier, el Mastín de los Pirineos y el Gran Danés.
Esperanza de vida del dogo argentino
El dogo argentino posee un físico robusto y musculoso y una mordida poderosa. Esta raza de perro es bien educada, cariñosa, juguetona y de carácter equilibrado si recibe el entrenamiento y educación adecuados. Es un can que desarrollará fuertes vínculos con todo aquel que considere de su familia y a la que defenderá en momentos que considere oportunos.
El dogo argentino suele vivir entre 10 y 12 años y pesar entre 25 y 45 kilos cuando es adulto. Es alto y mide entre 55 y 70 cm de altura. Este perro de Argentino es un ejemplar bastante sano.
Vale resaltar que las enfermedades más habituales en la raza son la sordera hereditaria y la displasia de cadera. El dogo argentino también puede sufrir quemaduras solares. Además, su fino manto le hace poco tolerante al frío por lo que en invierno no deberá dormir a la intemperie.