Descubre cómo saber si tus ORQUÍDEAS están MURIENDO

Descubre cómo saber si tus ORQUÍDEAS están MURIENDO


Las orquídeas pueden mostrar diversos signos cuando están muriendo. Algunos de los más notables incluyen:

  • Cambio en el color de las hojas: Si las hojas de la orquídea se vuelven amarillas, marrones o negras, es posible que la planta esté sufriendo.
  • Pérdida de hojas y flores: Si la orquídea está perdiendo hojas o flores, puede ser un indicio de su deterioro.
  • Manchas en las hojas, raíces o flores: Las manchas de diferentes colores y formas pueden ser un signo de enfermedad.
  • Raíces blandas o negras: Este puede ser un indicativo de pudrición de raíz, un problema grave que puede llevar a la muerte de la planta.
  • Rizoma seco y amarillento: El rizoma es la parte que conecta las raíces y el tallo. Si está completamente seco y amarillento, la planta puede estar muriendo.

Prestar atención a estos signos puede ayudarte a intervenir a tiempo y salvar tu orquídea.

Salvar una orquídea enferma: pasos a seguir

Salvar una orquídea enferma puede parecer una tarea desalentadora, pero con los pasos adecuados, puedes recuperar tu planta y disfrutar nuevamente de su belleza. Aquí te presentamos una serie de pasos para seguir:

1. Diagnostica el problema: Inspecciona minuciosamente tu orquídea. Busca signos de enfermedad o daño, como manchas en las hojas o raíces podridas.

2. Elimina las partes enfermas: Usa unas tijeras de podar filosas y esterilizadas para quitar las partes dañadas de la planta. Asegúrate de cortar un poco más allá del área afectada para eliminar todos los tejidos enfermos.

3. Cambia el medio de cultivo: El medio de cultivo es el material en el que tu orquídea crece. Si tu orquídea está enferma, podría ser aconsejable cambiar el sustrato por uno nuevo y adecuado que sea suelto y ofrezca muy buen drenaje.

4. Revisa las condiciones de crecimiento: Asegúrate de que tu orquídea esté en un lugar con luz indirecta y una temperatura constante entre 18 y 25 grados. Asegúrate de que la planta tenga suficiente ventilación y no esté expuesta a corrientes de aire fuertes.

5. Cuida el riego: El riego es crucial en el cuidado de las orquídeas. Debes permitir que el sustrato se seque entre riegos para evitar la pudrición de las raíces.

Sigue estos pasos y con paciencia y cuidado, tu orquídea enferma volverá a florecer con toda su belleza. (ConIA)



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