Durante los meses de invierno es frecuente escuchar que hay personas que se deprimen y aunquepuede sonar a algo irrelevante, la realidad es que este padecimiento es real y puede llegar a afectar tanto la salud mental como física, por ello, es importante vigilar sus síntomas y recibir la atención adecuada lo más pronto posible.
La Secretaría de Salud indica que quienes viven en países en los cuales la duración de la noche es mayor y cuentan con pocas horas de sol tienen mayor riesgo de presentarlo. Además, es una condición que afecta principalmente a mujeres entre los 18 y 30 años de edad o a personas con antecedentes de depresión o trastorno bipolar.
FEl es el nombre correcto del trastorno afectivo estacional y se trata de un padecimiento en el estado de ánimo que se relaciona a una época del año en particular y en cada temporada vuelve a surgir, aunque es más frecuente que se relacione a los meses de invierno, la realidad es que puede presentarse también en primavera o en verano, señala el Dr. Ángel Alberto Ruíz Chow, especialista con un postgrado en neuropsiquiatría del Centro Médico ABC.
La depresión estacional surge con cambios de ánimo, la persona puede percibir irritabilidad, falta de energía o de placer y tristeza. En términos generales, es muy parecida al trastorno depresivo mayor, la comúnmente conocida depresión pero se caracteriza por siempre aparecer en el mismo ciclo.
Algo importante que se debe tener en cuenta es que, aunque las mujeres en edad productiva son más susceptibles a desarrollarlo, en realidad se puede presentar a cualquier edad y en cualquier momento de la vida.
También es importante identificar que es un padecimiento que tiene una temporalidad entre aparición y aparición, en el caso de los que la presentan en invierno, una vez que comienza o llega la primavera, desaparecerá, pero de no recibir la atención adecuada, durante la siguiente estación puede volver a surgir.
¿Cómo se desarrolla la depresión invernal?
Aunque no se conocen sus causas específicas, existen algunos factores de riesgo que ya se han identificado y que favorecen a su aparición:
- Antecedentes familiares: tener un pariente que vive con este mal aumenta las probabilidades de generarlo así como otros tipos.
- Depresión o trastorno bipolar: contar con alguno juega un papel importante a la hora de desarrollar el padecimiento afectivo estacional.
- Localidad: las personas que viven muy al norte o muy al sur del ecuador lo han presentado con mayor frecuencia; se puede relacionar a la disminución de la luz solar.
- Vitamina D: contar con niveles bajos de vitamina D, debido a la poca exposición al sol se ha relacionado a este padecimiento; se debe a que la vitamina D ayuda a potenciar los efectos de la serotonina, el cual es un transmisor relacionado con el control de las emociones y del estado de ánimo; la falta de luz natural disminuye su funcionamiento.
Identificar la depresión invernal temprano hace la diferencia
Existen situaciones clave que pueden ser señales para buscar ayuda. Es normal que en ocasiones y durante algunos días esté presente la sensación de tristeza, pero en caso de que dure mucho tiempo y comience a afectar tus actividades o impida que las disfrutes, es hora de buscar atención.
Pero específicamente hablando de depresión estacional, hay que recordar que los síntomas se presentan en la misma etapa del año.
Percibir los cambios en el estado de ánimo, en un adulto o en un niño, en más de una ocasión en dos años diferentes (por ejemplo: el invierno actual y el invierno pasado) o si es la primera vez que se observa y llevan más de dos semanas, es importante acudir con el especialista que puede ser un médico general, un psicólogo o un psiquiatra y, en caso de requerir apoyo particular, cada uno de éstos tiene el conocimiento adecuado para referir al paciente con el indicado, así que son un buen punto de partida.
Una vez percibida la sintomatología en la persona y asistido a una revisión, el experto deberá investigar a profundidad al paciente, dentro de los estudios de evaluación más frecuentes están:
- Evaluación psicológica: aquí se buscará comprobar si existen signos de depresión; también se realizarán preguntas sobre los síntomas, pensamientos, sensaciones, sentimientos e incluso, patrones de comportamiento. También permitirá al especialista identificar si esto se ha presentado en otros años o no.
- Examen físico: se puede solicitar algunos exámenes físicos, debido a que en ocasiones la depresión puede ser resultado de algún otro problema relacionado a la salud física.
- Análisis de laboratorio: dependiendo del caso, se puede solicitar un estudio de hemograma completo o un análisis de la glándula tiroides, para comprobar si funciona de manera correcta.
¿Qué sigue después del diagnóstico de depresión estacional?
Cuando el especialista llega al diagnóstico, se puede abordar por diferentes vías, indica el Dr. Ruíz, esto dependerá del grado del padecimiento y las secuelas que ha generado.
Dentro de los abordajes que se pueden emplear se encuentra:
- Autocuidados: existen diferentes medidas que ayudarán a mejorar la salud de la persona como realizar alguna actividad física, dormir el tiempo correcto y reducir el consumo de sustancias como el alcohol, tabaco u otras drogas.
- Medicamentos: en caso de que la depresión estacional sea moderada o severa, es posible que el especialista incluya el uso de algunos medicamentos. Hay que recordar que el tratamiento con fármacos debe ser individualizado y también será posible requerir ajustes para encontrar la dosis adecuada para cada persona.
- Psicoterapia: otra opción de tratamiento es la psicoterapia o terapia de conversación; este proceso puede ayudar a identificar o cambiar los comportamientos y pensamientos negativos, aprender a controlar el estrés o aprender maneras saludables para lidiar con el trastorno, mientras se reducen las conductas evasivas.
¿Por qué debo atender la depresión estacional?
Como ya se ha mencionado, la depresión invernal, es un riesgo para la salud por diferentes motivos, señala el Dr. Ruiz.
En las enfermedades mentales existe el concepto de neuroprogresión, quiere decir que poco a poco comienzan a discapacitar a la persona, conforme pasa el tiempo y, si el trastorno no se ha atendido, esto traerá consigo un mal funcionamiento en la vida diaria y, en algunos casos extremos, se puede presentar ideación o intento de suicidio.
Por ello, es importante no hacer caso omiso a la situación y buscar ayuda adecuada lo antes posible.
En el Centro Médico ABC a través del Centro Neurológico se cuenta con especialista para atender a pacientes de todas las edades, contando con una amplia experiencia; así como los recursos necesarios para lograr identificar y tratar el trastorno depresivo estacional.
MMV