Resulta ser una importante dosis de optimismo para el país, que personalidades políticas como Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano estén identificando la necesidad estratégica de que México ingrese al agrupamiento de naciones, que bajo el acrónimo de BRICS, procuran oxigenar el sofocado ambiente que impone el especulativo sistema financiero de occidente, y constituirse en el punto de referencia que soporte los esfuerzos orientados a la construcción de una nueva arquitectura económica y financiera internacional, identificada en el propósito del desarrollo compartido entre todas las naciones y especialmente las del olvidado sur global.
El pasado 10 de octubre, Cárdenas, hizo una amplia revisión de la situación del país, en una presentación en la facultad de Derecho de la UNAM, con motivo de haber recibido la Cátedra Extraordinaria Carlos Fuentes 20-23 de parte de dicha facultad. Cárdenas hace el desarrollo de su presentación, bajo el epígrafe: Proyección de Carlos Fuentes Hacía los Caminos de Hoy, con la intención clara de que la memoria compartida con el escritor mexicano cobre un sentido práctico y de compromiso.
Desde la entrada del texto, al apuntar que recibir la Cátedra Carlos Fuentes, significa aceptar un compromiso con sus legados, “honrándolos al buscar hacer realidad, desde las trincheras, las circunstancias y en los tiempos propios, los anhelos y causas que él adoptó en favor de nuestro país y de la humanidad”. La distinción recibida, dio la oportunidad para que Cárdenas compartiera la larga relación de amistad, afinidades y de cercano afecto con Fuentes, recordando que su primer encuentro con el escritor se dio a mediados de los años cincuenta del siglo pasado en el Círculo de Estudios Mexicanos, donde coincidieron con otros jóvenes en aquellos años, destacados estudiosos y activistas progresistas.
Después coincidiría con Carlos Fuentes, en la Conferencia Latinoamericana por la Soberanía Nacional, la Emancipación Económica y la Paz, realizada en la Ciudad de México en marzo de 1961, convocada por los tres copresidentes latinoamericanos del entonces Consejo Mundial por la Paz, entre ellos Lázaro Cárdenas. Procesos que ocurrían inscritos en la dinámica internacional por liberar a las naciones del llamado tercer mundo del pesado y lacerante lastre del colonialismo. A mediados de los años cincuenta se había realizado la Conferencia de Bandung, en el sudoeste asiático, y posteriormente, ya a principios de los años sesenta, se establecería, sobre una base geográfica más amplia el Movimiento de Países No Alineados.
En esta lucha, que Cárdenas reconoce como larga, ubica el esfuerzo de muchos en la construcción de una democracia que eche raíces profundas en el país, perdure y se desarrolle en forma amplia. No deja de señalar que lograrlo exige una acción concertada de Estado y sociedad para superar la desigualdad social y la pobreza, garantizar que la economía crezca, combatir la inseguridad, la violencia y la presencia de la delincuencia que azota a toda la nación. Cárdenas pone el acento, en la educación y el trabajo (empleo productivo), los señala como prioritarios e indispensables para que México llegue a convertirse en una nación desarrollada y en una democracia igualitaria.
Precisa que la carga de los males que pesan sobre el país, se han agudizado desde principios de los años ochenta, hasta nuestros días. Se le ha impuesto a México, dice, “una política económica de corte neoliberal, subordinada al mercado e imponiendo una irracional austeridad a las inversiones productivas, lo que ha traído como consecuencia una fuerte desigualdad social, pobreza, concentración de la riqueza, una economía de exiguo crecimiento con serios efectos en la pérdida de empleos, la desindustrialización y la degradación de la economía rural, así como en el despoblamiento en distintas regiones del país y la pérdida por vía de la migración, de talento y fuerza de trabajo que mucho podría estar aportando al progreso nacional”.
Luego hace una puntual y severa crítica al TLCAN-TMEC. Juzga tales acuerdos por sus resultados; hace notar que la asimetría de la economía mexicana respecto a la de sus llamados socios se mantiene, “y el rezago económico y la degradación social siguen siendo las características predominantes de nuestro desarrollo”. Al ver estos resultados, afirma que debería de pensarse que el camino de México es otro, y con la mesura acostumbrada, hace una firme crítica al gobierno actual, sosteniendo que se debe “abandonar, no de palabra, sino en los hechos, las políticas en boga, desarrollando, ya no una economía de mercado sin rumbo, sino con mercado, equitativa en la competencia, y una sociedad de mercado, esto es con capacidades de consumo, reguladas democráticamente por el Estado”.
Al plantear que México debe de buscar otro camino y no sostener una integración subordinada con América del Norte, Cárdenas refiere como prioritario que México recupere su identidad latinoamericana, “porque significaría en la práctica ejercitar con firmeza nuestra soberanía, que sin contar la participación en el TMEC y otros proyectos con el Norte, busque con este una relación equitativa y de beneficios mutuos”.
Destaca el potencial económico de una América Latina integrada, lo cual le permitiría practicar relaciones de equidad y colaboración solidaria con otras regiones económicas, como China, la Unión Europea y Rusia. En ese viraje, Cárdenas, ubica las áreas por las que pudiera iniciar la integración: la educación superior, investigación científica y desarrollo tecnológico, energías limpias, reversión a los efectos negativos del cambio climático, producción sostenible de alimentos.
En ese contexto propone que México debe “sumarse además al proyecto de los BRICS, donde ya se encuentra Brasil y al que recientemente se incorporaron Argentina y varios países petroleros del Medio Oriente, así como buscar vinculaciones más estrechas con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), con la UNASUR y el MERCOSUR”. Y remata: “se estarían así dando pasos firmes en ejercicio activo de la soberanía nacional, para resquebrajar la colonización política, económica y cultural que ha venido limitando seriamente nuestro desenvolvimiento.”
La referida relación de Carlos Fuentes y Cuauhtémoc Cárdenas, es parte de la memoria histórica de los esfuerzos de México, en alianza con otras naciones del sur global, por liberarse de la colonización y alcanzar la industrialización. El agrupamiento de los BRICS es la culminación práctica de estos empeños y la demanda de Cárdenas de que la nación se incorpore a tal agrupamiento, se debe de convertir muy pronto en un reclamo social de todos los sectores productivos del país para definir así las coordenadas programáticas que deben gobernar a México.
Ciudad Obregón, Sonora 25 de octubre de 2023.