Masticar chicle en sí mismo no es perjudicial, pero es importante dejar de masticarlo una vez que su sabor se ha ido o después de un período de tiempo razonable. Aquí hay algunas razones por las cuales es bueno dejar de masticar chicle.
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Pérdida de sabor: Una vez que el sabor del chicle desaparece, seguir masticando puede resultar menos satisfactorio y puede llevar a la tentación de mascar más chicle para recuperar el sabor perdido.
Desgaste del chicle: Masticar chicle durante largos períodos de tiempo puede llevar a que se vuelva pegajoso y pierda su textura original, lo que puede ser incómodo o poco higiénico.
Fatiga de la mandíbula: Masticar chicle en exceso puede causar fatiga en los músculos de la mandíbula y provocar dolores de cabeza o molestias en la articulación temporomandibular (TMJ).
Ingestión de aire: Masticar chicle puede llevar a la ingestión de aire, lo que puede causar malestar estomacal o hinchazón.
Hábitos poco saludables: Dependiendo de los ingredientes del chicle, masticarlo en exceso puede llevar a la ingestión excesiva de azúcar, edulcorantes artificiales u otros aditivos que pueden no ser saludables en grandes cantidades.
En general, es recomendable desechar el chicle una vez que su sabor se ha ido o después de aproximadamente 20-30 minutos de estarlo masticando. Siempre es importante leer las instrucciones del fabricante en el empaque del chicle y seguir las recomendaciones específicas sobre su uso.
Si tienes alguna preocupación sobre el uso de chicle o problemas relacionados con la mandíbula, es recomendable hablar con un profesional de la salud.