Durante su participación de este lunes en Aristegui en vivo, Marcelo Giugale, exdirector del Banco Mundial, aclaró las diferencias fundamentales entre las monedas digitales de bancos centrales (CBDC) y las criptomonedas, destacando, tanto la importancia como la dirección, que están tomando las economías globales en este ámbito.
Giugale señaló que los bancos centrales de numerosas economías ya están estudiando o implementando monedas digitales, un fenómeno respaldado por un informe del think tank, Atlantic Council.
Este movimiento abarca a las principales economías del G20, con excepción de Argentina, y los países del BRICS: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
Una de las diferencias clave entre las CBDC y las criptomonedas radica en su emisión y respaldo. Mientras que las monedas digitales de bancos centrales son emitidas por entidades públicas respaldadas por un país, las criptomonedas son creadas por entidades privadas sin ningún respaldo formal.
Además, las CBDC serán “nominativas”, es decir, estarán vinculadas a la identidad de los individuos y empresas, lo que permite una mayor trazabilidad y transparencia en las transacciones.
Por el contrario, las criptomonedas se caracterizan por su anonimato, lo que dificulta la identificación de los propietarios y el seguimiento de las transacciones.
Marcelo Giugale explicó que las CBDC permitirán a los individuos y empresas realizar transacciones utilizando sus cuentas en los bancos centrales a través de tarjetas de débito o dispositivos móviles, en lugar de efectivo físico.
Esto implica que los bancos centrales asumirán una mayor responsabilidad sobre las transacciones privadas, lo que representa un cambio significativo en el panorama financiero.
En cuanto a la confianza en las CBDC, Giugale afirmó que son esencialmente los mismos pesos que se manejan en efectivo, pero en forma digital.
Esto significa que los usuarios no tienen razones para desconfiar de estas monedas, ya que están respaldadas por instituciones públicas y tienen un mayor grado de trazabilidad.
En resumen, expuso que las monedas digitales de bancos centrales representan una evolución en el sistema financiero hacia una mayor transparencia y control por parte de las autoridades monetarias, en contraste con las criptomonedas, que operan de manera descentralizada y sin respaldo formal.