Hay una fruta tropical que viene ganando espacios en la gastronomía de México. Es materia prima para la elaboración de exquisitos platos. Este superalimento posee una gran cantidad de nutrientes que favorecen la salud del organismo, además de poseer propiedades medicinales que son poco conocidas por muchos.
Nos referimos al tamarindo, la fruta originaria de las sabanas secas de África, desde donde se expandió a Asía y a Europa, llegando a América tras la conquista. Actualmente se cultiva en prácticamente todo el mundo, particularmente en el continente americano. Sus flores son amarillas y rojas, mientras que el fruto es una vaina café y alargada, con una cascara ligeramente dura y una pulpa seca que contiene de dos a seis semillas.
Beneficios del tamarindo
El tamarindo está compuesto por una serie de nutrientes que ayudan a prevenir y combatir como auxiliar distintos padecimientos. La investigación realizada por la Cleveland Clinic resalta la alta concentración de magnesio presente en esta fruta, indicando que una porción proporciona más del 25% de la ingesta diaria recomendada. El magnesio juega un papel fundamental en el control de la presión arterial en adultos mayores, problema de salud muy común entre esas personas.
Vale destacar que esta fruta es apta para diabéticos. A pesar de que tiene un contenido de azúcar relativamente elevado, su bajo índice glucémico ayuda a prevenir picos de glucosa en la sangre. Los expertos recomiendan un consumo moderado, preferiblemente de media taza de tamarindo, centrándose especialmente en la pulpa. También posee otros beneficios para la salud, y una de ellas es que tiene propiedades diuréticas, que provoca una eliminación de agua y electrolitos del organismo. También es antiinflamatoria, que previene o disminuye la inflamación de los tejidos.
Es importante destacar que a pesar de ser una fruta ampliamente consumida, es crucial tener en cuenta ciertas contraindicaciones para evitar posibles efectos secundarios no deseados en la salud. No se recomienda consumir tamarindo junto con medicamentos anticoagulantes, ya que esto podría aumentar la reducción de la presión arterial. Además, se aconseja evitar su consumo durante tratamientos para la diabetes, ya que podría provocar hipoglucemia.