El pastor ganadero australiano, también llamado boyero australiano, es un perro originario de Australia que se caracteriza por su distintiva apariencia atlética. Presume de un cuerpo musculoso cubierto de un pelaje negro entrecano, moteado con o sin marcas. En su cabeza, ancha y larga, destacan unas orejas triangulares levantadas y sobre todo unos ojos almendrados muy expresivos que pueden ser de varios colores, principalmente marrones, azules y ambarinos.
El pastor ganadero australiano es cauto con los desconocidos por naturaleza y tiene unos fuertes instintos protectores. En ese sentido, se aconseja que se trabaje desde cachorro para inhibir el impulso de morder, ya que algunos canes muerden cuando se excitan demasiado. Es ideal para incorporarlo a tu hogar, ya que disfruta estar en familia, sin embargo es importante educarlo desde pequeño.
¿Cuál es la esperanza de vida del pastor ganadero australiano?
La energía de alto voltaje, la inteligencia aguda y la fuerte ética de trabajo del pastor ganadero australiano lo convierten en una raza de perro longeva que también es ideal para las personas con un estilo de vida activo. En ese sentido, la esperanza de vida del pastor ganadero australiano es entre 12 a 16 años. Este animal te acompañará muchos años siempre que tenga los cuidados necesarios.
Su origen como perro pastor y boyero no solo se reconoce por su marcada voluntad para trabajar y dinamismo, sino también por su cuerpo fuerte y musculoso, pero muy ágil y flexible. Los machos presentan una altura de cruz de 51-58 cm y las hembras, de 46-53 cm. La dieta y el ejercicio también son elementos cruciales que afectan la longevidad de los pastores australianos. Proporcionar una alimentación equilibrada y adecuada, junto con suficiente ejercicio diario, puede marcar la diferencia en la salud general de estos perros.
En general, esta raza de perros es fuerte y muy sana, aunque puede verse afectada por una serie de patologías típicas como la displasia de cadera o problemas de retina. A lo que sí hay que prestar especial atención es al cuidado de su pelaje, con cepillados diarios y baños más o menos frecuentes para mantener su buen estado e higiene. Con todos estos cuidados y las visitas al veterinario, puedes disfrutar durante muchos años la compañía de tu pastor ganadero australiano.