A fin de año, es común que las personas se excedan en la comida y la bebida, pues estas fechas suelen estar marcadas por celebraciones y reuniones sociales donde la oferta gastronómica es abundante y variada, lo que invita a probar un poco de todo. Además, en el trabajo y la escuela se suele dar permiso para disfrutar sin las restricciones habituales. Sin embargo, si se sale de las manos puede ser perjudicial y a muchas personas les cuesta volver a los hábitos saludables.
Varios estudios han demostrado que las personas tienden a ganar peso durante las festividades navideñas. Este aumento de peso puede contribuir a problemas de salud a largo plazo. Aunque hay estrategias nutricionales efectivas para ayudar a los pacientes a volver a su rutina de alimentación y hábitos saludables.
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¿Cómo volver a los hábitos sanos?
- Marcar unos horarios más o menos fijos para las comidas y tentempiés (5 ingestas al día), para así evitar comer entre horas.
- Masticar bien los alimentos, y parar de comer en el momento en el que se intuye la sensación de saciedad.
- Incluir en la alimentación diaria verduras, hortalizas y fruta fresca.
- Consumir cereales preferentemente integrales, ayudan a mejorar la sensación de saciedad, y contribuyen a la regulación del tránsito intestinal.
- Incluir dos veces por semana las legumbres como plato principal con acompañamiento de vegetales, ya que las legumbres cuentan con glúcidos y proteínas de origen vegetal.
- Consumir como fuente de proteínas animales carnes blancas (pollo, pavo, conejo y solomillo de cerdo), y pescados tanto blancos como azules.
- Escoger los tipos de cocción más saludables: vapor, plancha, horno, hervido y salteado corto.
- Mantener bien hidratado el organismo con 1.5-2L agua /día.
- Realizar algún tipo de actividad física, si es posible andar a paso rápido 45 min. /día.
¿Por qué acudir con un profesional de la salud?
Consultar a un experto en nutrición es crucial para garantizar que tu plan de alimentación se ajuste a tus necesidades específicas. Cada persona es única, con diferentes estilos de vida, condiciones de salud y objetivos. Un nutricionista puede evaluar estos factores y diseñar un plan alimenticio que no solo te ayude a alcanzar tus metas de peso o salud, sino que también se adapte a tus preferencias y situaciones personales. Además, la guía de un experto puede ayudarte a entender mejor los principios de una nutrición equilibrada y cómo tomar decisiones alimenticias más informadas en tu vida cotidiana.
En paralelo, la orientación de un profesional en actividad física es igualmente importante. Un plan de ejercicio personalizado aumenta significativamente la eficacia de tus esfuerzos físicos, ajustándose a tu nivel de condición física, objetivos y posibles limitaciones o lesiones. Este enfoque personalizado no solo maximiza los beneficios de tus rutinas de ejercicio, sino que también minimiza el riesgo de lesiones.
Con información de Europa Press