El gelish, o esmalte de gel, a menudo no daña las uñas si se aplica y retira correctamente. Sin embargo, algunos problemas pueden surgir si el proceso no se realiza adecuadamente, por ejemplo, si el gelish se retira de forma agresiva, como arrancarlo o rasparlo en lugar de utilizar métodos adecuados, puede dañar la capa superior de las uñas.
Cuidar de tus uñas puede tener un impacto positivo en tu autoestima y bienestar emocional, esto debido a que el autocuidado es una parte integral de la salud mental y si estás buscando que tus manos luzcan siempre lindas después de ponerte un proceso de esmalte semipermanente estos son los pasos que debes tomar en cuenta.
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¿Cómo retirar el gelish sin dañar las uñas?
Quitar el esmalte de uñas tipo gelish en casa puede ser un proceso delicado para evitar dañar las uñas y debes tomar en cuenta que lleva su tiempo, así que contempla aproximadamente 30 minutos para completar de manera correcta el proceso de remoción desde la comodidad de tu hogar.
Materiales necesarios:
- Papel de aluminio.
- Bolas de algodón.
- Quitaesmalte sin acetona.
- Lima de uñas.
- Aceite para cutículas o aceite de almendras.
Pasos a seguir para quitarte el gelish desde casa:
- Primero utiliza una lima de uñas para suavizar ligeramente la capa superior del esmalte de gel sin dañar la superficie de la uña.
- Posteriormente, empapa pequeñas bolas de algodón en quitaesmalte sin acetona. Debes asegurarte de que sean lo suficientemente grandes como para cubrir toda la uña.
- Coloca una bola de algodón empapada en quitaesmalte sobre cada uña.
- Envuelve cada dedo en papel de aluminio, asegurándote de que el algodón esté presionado firmemente contra la uña.
- Deja que el papel de aluminio y el quitaesmalte actúen durante aproximadamente 10-15 minutos. Esto ayuda a aflojar el esmalte de gel.
- Con cuidado, retira el papel de aluminio y las bolas de algodón de cada dedo. El esmalte de gel debería haberse ablandado.
- Para terminar, utiliza un palito de madera sin punta o una herramienta similar para eliminar suavemente cualquier residuo de esmalte de gel que quede en las uñas. Después del proceso, aplica aceite para cutículas o aceite de almendras para hidratar y nutrir las uñas y cutículas.
Este método suele ser suave con las uñas, pues no implica el uso de acetona fuerte, sin embargo, ten en cuenta que cada tipo de uña reacciona de manera diferente, y es posible que necesites ajustar el tiempo de remojo según la resistencia de tu esmalte de gel y la salud de tus uñas.
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