El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) alertó este martes que al menos cinco millones de niños están “al borde del abismo” en la región sudanesa de Darfur tras el estallido en abril de la guerra entre el Ejército sudanés y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).
El organismo detalló que desde el estallido de las hostilidades se han registrado más de tres mil 100 denuncias de graves violaciones de los derechos de los niños en el país africano, con al menos la mitad en esta región, aseverando además que estos datos son “solo la punta del iceberg” debido a los cortes de comunicaciones y la falta de acceso a algunas zonas.
“Sudán y Darfur en particular, se ha convertido en un infierno para millones de niños y niñas, y miles de ellos son blancos de ataques étnicos y han sido asesinados, heridos, abusados y explotados. Esto debe terminar”, afirmó la directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell.
“Los niños continúan sufriendo más violencia, mientras sus padres y abuelos aún cargan con las cicatrices de ciclos anteriores de violencia. No podemos permitir que esto vuelva a suceder. Todas las partes en el conflicto deber respetar el Derecho Internacional y proteger a los niños y a los civiles. Los niños necesitan paz”, agregó.
Así, el número de violaciones graves de los derechos de los niños en Darfur supone un amento del 550% respecto al total verificado de 2022. Del total de casos de asesinatos y mutilaciones en Sudán, el 51% involucra a niños residentes en la ciudad, donde se registra además el 48% del total de caso de violencia sexual denunciados en el país africano.
UNICEF, que recalcó que sigue recibiendo informes inquietantes sobre reclutamiento y utilización de niños en el conflicto, manifestó que más de 1.2 millones de niños menores de cinco años sufren desnutrición aguda, mientras que 218 mil de ellos enfrentan desnutrición grave aguda, su forma más mortal.
El reciente repunte de combate provocó además diversas oleadas de desplazamiento, con 1.7 millones de nuevos desplazados internos en Darfur, cifra que supone casi el 40% total a nivel nacional. UNICEF apunta además que casi la mitad de ellos son niños y niñas que se enfrentan a mayores riesgos de abuso, violencia y explotación y separación de sus cuidadores.
Sudaneses intentando cruzar la frontera en dirección a Chad a raíz de la guerra | Foto: Archivo Reuters
Colapso de servicios básicos
El organismo hizo igualmente hincapié en que los servicios básicos han colapsado en la región a causa de las dificultades de acceso, los saqueos y la falta de recursos financieros, agravados aún más por los ataques a los trabajadores en primera línea, mientras que enfermeras, docentes, médicos y trabajadores sociales llevan meses sin cobrar y las infraestructuras críticas han resultado dañadas o se han quedado sin suministros.
Por ello, advirtió que una generación de niños en Darfur corre el riesgo de perder su derecho a la educación e hizo un llamamiento a un alto al fuego humanitario inmediato. Asimismo, pidió a las partes en conflicto que respeten el Derecho Internacional Humanitario y faciliten un acceso sin restricciones de la ayuda para atender a estos millones de niños en situación de vulnerabilidad.
UNICEF, en colaboración con sus aliados, han entregado suministros apoyando a los trabajadores de primera línea y manteniendo la infraestructura básica para ofrecer servicios críticos de salud, nutrición, agua, saneamiento, higiene, educación y protección a 2,2 millones de niños y familiares.
Foto: Archivo Reuters
Sin embargo, resaltó la necesidad de redoblar los esfuerzos para hacer frente a la crisis y pidió a la comunidad internacional estimular la financiación de servicios esenciales de resiliencia y ayuda, además de incrementar el apoyo para un acceso sin obstáculos a la ayuda humanitaria a esta región de Sudán.
La guerra, que estalló el 15 de abril tras fuertes discrepancias entre el Ejército y las RSF sobre la integración del grupo paramilitar en el seno de las Fuerzas Armadas, que hicieron descarrilar el proceso de transición abierto tras el derrocamiento de Al Bashir después de 30 años en el poder.
El conflicto ha dejado ya miles de muertos y más de 7.1 millones de desplazados internos en Sudán, lo que convierte al país africano en el que cuenta con mayor número de desplazados internos en todo el planeta, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Las partes mantuvieron recientemente conversaciones en Arabia Saudí pero no lograron pactar un alto al fuego.