Es un hecho: todos desprendemos olores corporales. Aunque la mayoría son relativamente conocidos y están relacionados con las glándulas sudoríparas, otros pueden tener un origen más profundo e incluso pueden revelar la posibilidad de padecer alguna enfermedad.
“Nuestros cuerpos expulsan constantemente sustancias volátiles al aire que respiramos, mediante el aliento, sudoración, excreciones, etcétera.
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“El aroma de estas sustancias puede variar dependiendo de la edad, el estilo de vida y la dieta, pero también si una enfermedad produce alteraciones en nuestro organismo”, señaló Maider Zubelzu, farmacóloga de la Universidad del País Vasco.
Estudios de distintas universidades han logrado identificar algunos olores corporales con padecimientos muy específicos, por lo que podrían ser una buena alarma para tomar medidas preventivas.
Así huele la diabetes o los problemas renales
De acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, debido a que el aire que exhalamos pasa por todo el cuerpo, puede tomar información importante sobre deficiencias distintas.
“El aliento también puede mostrar signos de enfermedades en otras partes de tu cuerpo. Eso es porque exhalas más que solo aire. El aliento contiene compuestos gaseosos que se mueven desde tus órganos a través del torrente sanguíneo hacia tus pulmones”, detalla la organización norteamericana.
Por ejemplo, el aliento de las personas que padecen una diabetes que no se encuentra bien controlada suele tener un olor a fruta o manzanas fermentadas, mientras que alguien que padece algún tipo de problema renal puede tener un aroma a amoníaco.
De hecho, según un estudio de la Michael J. Fox Foundation, la enfermedad de Párkinson tiene un aroma singular a madera, la cual se desprende de la seborrea, uno de los síntomas característicos de la enfermedad, mientras que los pacientes con esquizofrenia desprenden un aroma a moho. Estas características son conocidas como biomarcadores, los cuales pueden dar pistas sobre enfermedades.
“Un biomarcador es una sustancia cuya alteración podría indicar la presencia de alguna enfermedad. La búsqueda de biomarcadores cobra mayor importancia en patologías difíciles de diagnosticar”, concluye Zubelzu.