CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– A unos días de que Mario Aburto cumpla 30 años en la cárcel por el homicidio del entonces candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio, su responsabilidad continúa siendo objeto de cuestionamientos, pues en los últimos años su defensa ha alegado que fue objeto de tortura para confesar el crimen que, hasta la fecha, asegura que no cometió.
Este miércoles la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) discutirá un proyecto de resolución que prevé declarar firme el amparo en el que se ordenó reducir la condena de Mario Aburto de 45 a 30 años, lo que significa que su salida puede materializarse el 23 de marzo próximo, cuando se cumplan tres décadas del magnicidio.
Aunque la Primera Sala de la Corte avale el proyecto que la ministra Margarita Ríos Farjat pondrá a consideración durante la sesión de este día miércoles, la liberación de Aburto no invalida su proceso y, por tanto, saldría como un hombre culpable que ya cumplió su condena de prisión.
En entrevista con Proceso, Arturo Ramón Robles Feria, defensor de Mario Aburto, revela que esto no significa que la lucha por demostrar su inocencia sea causa perdida.
“En su momento y, en caso de obtener su libertad bajo los parámetros y términos de la ejecutoria que emitió el Tribunal Colegiado de Circuito (la sentencia de amparo), y cuyo cumplimiento sabemos que le va a tocar al Tribunal Colegiado de Apelación, nosotros tenemos planeado seguir viendo más líneas de defensa. Siendo su defensor, he platicado con él ya varias ocasiones y le he dicho que seguiremos insistiendo en ese aspecto si es que él así lo determina. No obstante que obtenga su libertad por cumplir su pena de prisión y no por ser inocente, la ley nos da la opción de poder, de nueva cuenta, pedir una nueva revisión, digámoslo así, a través de un nuevo amparo, siempre y cuando el señor Mario Aburto así lo determine; eso ya será una decisión conjunta”, detalla.
Si la SCJN avala el proyecto de Ríos Farjat, el expediente será enviado de nueva cuenta al Primer Tribunal Colegiado en materia Penal en el Estado de México que amparó a Mario Aburto para que un tribunal de Apelación únicamente reduzca su condena.
Para ello, el tribunal de Apelación cuenta con 10 días pero, de acuerdo con el defensor Robles Feria, es posible que todas las notificaciones y los magistrados de dicho cuerpo colegiado no tomen todo el plazo bajo la premisa de que en materia penal se debe aplicar todo aquello que beneficie al reo.
En este caso, la cuestión será reducir los tiempos para evitar que Aburto deba permanecer más tiempo en prisión del que le corresponde.
La nueva sentencia que dicte el tribunal de Apelación puede ser impugnada mediante un amparo directo, “ahora sí –agrega el defensor público federal– atacando la cuestión de la inocencia o peleando la misma, pero insisto, lo más importante es que se resuelva este amparo”.
“Buscaremos nuevas líneas de acción, siempre velando los derechos fundamentales de Mario Aburto (…) Debemos verlo primero en cuanto a la viabilidad y platicarlo con él, pero en el contexto muy general y esperando la determinación del Máximo Tribunal, ya tomaremos una decisión”,
Expectativas legales
Durante todo este tiempo en prisión, Mario Aburto aprovechó para estudiar Derecho, por eso, esta etapa en la que su libertad parece cada vez más cercana, la vive tranquilo y consciente de que debe esperar un poco más para dar el siguiente paso.
Actualmente, el único sentenciado por el magnicidio de Colosio tiene 53 años. Pese a que no es una edad tan avanzada utiliza bastón y su caminar es lento, según ha notado su defensor.
El rostro de Aburto, conforme a las últimas imágenes difundidas de él, ya luce una expresión dura, con ojeras y líneas de expresión cada vez más marcadas que hacen evidente que el muchacho de 23 años que fue detenido aquél 23 de marzo de 1994 en Lomas Taurinas, Tijuana, hoy sólo es un recuerdo.
“En algunas ocasiones me ha comentado de viva voz: ‘Licenciado, he estado más tiempo preso que lo que estuve libre en toda mi vida’. Tiene familiares que no conoce, sobrinos, entre otros”, refiere su defensor, uno de los pocos contactos que Aburto tiene con el exterior.
Una parte importante de los alegatos que Aburto ha emitido para demostrar su inocencia la ocupan las denuncias de tortura que supuestamente sufrió para confesar el asesinato de Colosio, mismas que permanecen en litigio.
El abogado Robles descarta que el caso pueda tambalearse si el Instituto Federal de la Defensoría Pública (IFDP) acredita que su representado no mató a Colosio:
“Sí es un caso muy emblemático, muy importante y, sobre todo, muy notorio en cuanto a la violación de los derechos fundamentales del señor Mario Aburto, pero considero que paralelamente al hecho de que a él pudiera dictarse en su caso una sentencia absolutoria, finalmente el Ministerio Público tendrá que integrar de nueva cuenta toda la indagatoria, allegarse de todos los elementos.
“Ellos (la Fiscalía General de la República) tendrán que ver la viabilidad o no (de reintegrar la investigación) dentro del ámbito de sus atribuciones y facultades. Para nosotros, desde el punto de vista de la defensa, (la meta) siempre será buscar la libertad del señor Mario Aburto”.
Durante este sexenio, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha abordado el caso Colosio en sus conferencias mañaneras. En 2021 rechazó que Aburto estuviera incomunicado y le hizo un llamado a que, si tiene pruebas de que fue torturado, las presente para que le den protección.
El año pasado, luego de que el Colegiado le concedió el amparo a Aburto, Luis Donaldo Colosio Riojas, hijo de la víctima, pidió al presidente indultar a Aburto para dar por cerrado este capítulo en la vida de su familia. Sin embargo, López Obrador señaló que no dará carpetazo al asunto por la trascendencia del mismo.
Por ello, el hecho de que la FGR no tenga intenciones de permitir la reducción de la condena de Aburto, le provoca a éste tristeza y frustración, dice su defensor:
“A veces no entiende por qué, si la fiscalía es parte del Ejecutivo Federal con todo y que tiene autonomía, sigue sosteniendo acusaciones hechas en el pasado por administraciones criticadas por el actual gobierno.
“No se explica por qué, si a primera vista el señor presidente detecta los aspectos de violación de derechos fundamentales, la fiscalía actúa en sentido contrario. Mario Aburto fue víctima de violación de los derechos humanos y víctima del Estado, y la FGR sostiene estas acusaciones hechas por gobiernos muy cuestionados”.