CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El Encuentro para la Acción Climática 2023, organizado por la Iniciativa Climática de México (ICM), expuso preocupantes debilidades institucionales y presupuestarias que obstaculizan la consecución de la meta de emisiones netas cero para el año 2060.
Realizado en anticipación a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2023 (COP28), que se congregará en Dubái a finales de mes, en el Encuentro se destacó la necesidad de tomar medidas inmediatas para hacer frente a la crisis climática global.
Advirtió que el país se enfrenta a desafíos institucionales, financieros y políticos que requieren medidas inmediatas para cumplir con sus compromisos climáticos y enfrentar sus impactos ya palpables en la región, y agregó que inercias políticas, resistencias ideológicas, irresponsabilidad empresarial y déficit presupuestario empañan la próxima COP28 de Dubái.
Laura Aguirre Téllez, directora general en la Unidad de Crédito Público y Asuntos Internacionales de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), alertó sobre la brecha existente entre la realidad y la ambición de la Agenda 2030. “Cómo transformamos el sistema financiero para reorientarlo hacia la sostenibilidad”, fue una de las preguntas que orientó su presentación.
“Hay que ser eficiente con los recursos públicos para ver hacia dónde los vamos a encaminar, y hay un montón de cosas que no alcanzamos a pagar”, enfatizó alrededor de la urgencia de optimizar los recursos públicos y enfrentar las limitaciones presupuestarias para cumplir con los compromisos ambientales.
En septiembre pasado, la SHCP dio a conocer la Estrategia de Movilización de Financiamiento Sostenible (EMFS), que busca impulsar una transformación del sistema financiero, tanto público como privado, mediante un aumento masivo en el financiamiento sostenible.
Respaldada por el gobierno de López Obrador, la EMFS tiene el objetivo de movilizar hasta 15 billones de pesos entre 2023 y 2030, lo que equivale a un ambicioso 46 por ciento del PIB de 2023. Este monto tiene como objetivo cerrar la brecha de financiamiento necesario para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible del país.
La estrategia se apoya en tres pilares: Gestión Financiera Pública Sostenible, Movilización de Financiamiento Sostenible y Acciones Transversales. Estos pilares se desglosan en 19 líneas de trabajo y 97 actividades estratégicas. La adopción de la estrategia es voluntaria y cuenta con el respaldo de sectores clave, como público, privado, social y organismos internacionales.
En marzo de 2023, la SHCP lanzó la “Taxonomía Sostenible de México”, una herramienta de política pública financiera destinada a promover la sostenibilidad. Esta taxonomía tiene como objetivo clasificar las actividades económicas sostenibles y mejorar la toma de decisiones de inversión desde una perspectiva sostenible.
Los impactos tangibles del cambio climático se hicieron evidentes con el reciente ciclón Otis en Guerrero. Se mencionaron iniciativas como Euroclima y se destacaron 149 medidas para abordar la mitigación y adaptación. A pesar de estos esfuerzos, persisten dudas sobre la efectividad global del Acuerdo de París.
Durante la plenaria, “Casos de éxito en mitigación a nivel regional y su importancia para la COP28”, María Paz Cigarán Tolmos, presidenta de la organización Libélula en Perú, resaltó la importancia de conservar la esperanza en la lucha climática. Sin embargo, señaló que México carece de una política seria contra el cambio climático, tanto en mitigación como en adaptación, así como de un fondo de pérdidas y daños.
En términos generales, se puso de relieve la persistente tendencia de ciertos sectores a cuestionar la veracidad del cambio climático, relegando su consideración hasta el momento en que se presenta evidencia concreta de beneficios económicos asociados a procesos de descarbonización.
Este fenómeno revela una dinámica, donde la aceptación de la urgencia climática parece depender en gran medida de la viabilidad económica percibida en la adopción de medidas ambientales.
“Combustibles letales”
En un llamado urgente, Amnistía Internacional instó a los líderes mundiales que se reunirán en la COP28 a tomar medidas concretas y abandonar gradualmente los combustibles fósiles, “un paso vital” para evitar una catástrofe climática global y una crisis de derechos humanos sin precedente.
El informe de Amnistía Internacional, titulado “Combustibles letales”, destaca la necesidad de un compromiso total, equitativo, rápido y financiado para eliminar los combustibles fósiles, así como una transición a energías renovables que respete los derechos humanos y garantice el acceso global a la energía.
Candy Ofime, asesora jurídica sobre justicia climática de Amnistía Internacional, enfatizó que el sector de los combustibles fósiles ha desinformado durante décadas sobre la crisis climática.
“La verdad es que los combustibles fósiles están poniendo en peligro nuestro futuro al causar estragos en el clima global y generar una crisis de derechos humanos sin precedentes”, declaró Ofime.
Además, Ofime advirtió sobre las consecuencias catastróficas si se continúa con nuevos proyectos de combustibles fósiles, señalando que limitar el calentamiento global a 1.5 °C es esencial para evitar daños climáticos irreparables.
La COP28, según Amnistía Internacional, representa la oportunidad para que los Estados superen su histórico de daños climáticos y abusos contra los derechos humanos.
El llamado de Amnistía Internacional también destaca la desigualdad en la generación de riqueza por parte del sector de los combustibles fósiles, subrayando la resistencia a una transición justa hacia energías renovables.
“Los combustibles fósiles son finitos”, advirtió Ofime, subrayando que la extracción excesiva prolonga y agrava los daños ya causados. Aunque existen alternativas y la producción de energías renovables está en aumento, se requiere una inversión significativamente mayor.
La COP28, según Amnistía Internacional, debe establecer una vía rápida y equitativa hacia un futuro sostenible sin combustibles fósiles.
Zonas de “sacrificio” y “maquillaje verde”
El cambio climático ha desencadenado una serie de impactos devastadores, desde la pérdida de vidas y daños a bienes e infraestructuras, hasta la alteración de ecosistemas y la disminución de la biodiversidad.
AI destaca que la contaminación del aire vinculada a la quema de combustibles fósiles provocó la muerte de 1.2 millones de personas en 2020, mientras las comunidades cercanas a instalaciones de explotación sufren enfermedades respiratorias y otros efectos adversos.
La organización resalta que las poblaciones en “zonas de sacrificio”, expuestas a mayores perjuicios, a menudo enfrentan discriminación. La minería de carbón y la fracturación hidráulica generan residuos tóxicos, contaminando fuentes de agua, y las comunidades indígenas, cuyas tierras albergan la mayoría de los recursos de combustibles fósiles, ven violados sus derechos a la información, participación pública y consentimiento libre.
AI subraya que el derecho a un medio ambiente limpio fue reconocido por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y la Asamblea General en 2021 y 2022, respectivamente. Además, más de 100 países consagran este derecho en sus constituciones. Los Principios rectores sobre empresas y derechos humanos también establecen la responsabilidad de las empresas de “no hacer daño”.
La organización señala que defensores de derechos ambientales, especialmente aquellos que se oponen a los combustibles fósiles, enfrentan ataques crecientes, incluso con consecuencias fatales.
Empresas del sector intentan silenciar a estos defensores mediante “demandas estratégicas contra la participación pública”.
Además, la organización denunció la influencia negativa de empresas de combustibles fósiles en la opinión pública a través del “maquillaje verde” y la desinformación. También revela que estas empresas financian grupos consultivos para redactar legislación que reprima a defensores del clima.
La COP28, presidida por el director ejecutivo de la empresa petrolera estatal de Emiratos Árabes Unidos, plantea un claro conflicto de intereses que podría obstaculizar las acciones contra la crisis climática.
El informe “Combustibles letales” destaca la recomendación de que todos los recursos de combustibles fósiles aún no explotados permanezcan bajo tierra de manera permanente. Los países industrializados y aquellos del G20, principales emisores de gases de efecto invernadero, deben liderar deteniendo la expansión de la producción de petróleo, gas y carbón, estableciendo un ejemplo que otros seguirán.
El informe insta a una reducción significativa en la extracción de combustibles fósiles con fines no energéticos, como la fabricación de plásticos. También resalta la necesidad de poner fin a las enormes subvenciones estatales que respaldan el uso y la producción de combustibles fósiles. Se subraya la importancia de un proceso que garantice protecciones sociales adecuadas para las personas más pobres y marginadas durante esta transición.
Amnistía Internacional advierte contra el uso de tecnologías no probadas, como la captura y el almacenamiento de carbono, promovidas por grupos de presión de empresas energéticas y del sector de los combustibles fósiles. Estas prácticas, junto con el llamado “maquillaje verde”, son condenadas por dificultar el acceso a información precisa sobre la ciencia climática y retrasar la acción real.
La organización hace un llamado a las instituciones financieras para que dejen de invertir en nuevas actividades que impulsen la expansión de los combustibles fósiles. Además, insta a eliminar gradualmente la financiación existente, alineándose con el objetivo internacional de mantener el calentamiento global por debajo de 1.5 °C este siglo.
En un llamado directo a los países desarrollados, históricamente responsables de las emisiones, el informe destaca la necesidad de cumplir con los compromisos de financiamiento climático a los países en desarrollo. Esto facilitaría una eliminación gradual, equitativa y compatible con los derechos humanos de la producción de combustibles fósiles en todo el mundo.
Se enfatiza la importancia de esta financiación para garantizar una transición justa hacia fuentes de energía renovable y sostenible. La cumbre de la COP28 se presenta como la oportunidad clave para que los líderes mundiales acuerden –de nuevo– medidas concretas y respondan a esta urgente crisis del cambio climático.