WASHINGTON (apro) – Joe Biden, presidente de Estados Unidos, utilizó su último informe sobre el Estado de la Unión como plataforma electoral al señalar que su antecesor Donald Trump quiere regresar a la Casa Blanca para destruir todos los avances económicos y democráticos.
“La historia nos está mirando, como lo hizo hace tres años, el 6 de enero; insurrectos asaltaron a este Capitolio y pusieron una daga en la garganta de la democracia de Estados Unidos”, dijo Biden en su informe sobre el Estado de la Unión ante la sesión plenaria del Congreso federal.
“Muchos de los que están aquí vivieron esos días oscuros, vimos con nuestros ojos que los insurrectos no son patriotas, vinieron a parar la transferencia pacifica de poder y a derribar la decisión de la gente”, apuntó Biden en referencia al asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.
“El 6 de enero y las mentiras sobre la elección de 2020 y los complots para robar la elección fueron la más grave amenaza a nuestra democracia desde la Guerra Civil, pero fracasaron, Estados Unidos se mantuvo fuerte y prevaleció… mi antecesor (Trump) y algunos de los que están aquí intentaron enterrar la verdad sobre el 6 de enero”, matizó Biden.
Extrañamente y contrario a la tradición de los informes sobre el Estado de la Unión, Biden desde el principio y hasta el final de su discurso se concentró en marcar a Trump como una amenaza latente a su país.
“Este es el momento de hablar con la verdad y de enterrar las mentiras y hay una simple verdad; no se puede amar al país solo cuando ganas”, subrayó Biden en clara referencia a Trump, quien nuevamente será su contrincante en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
Biden habló del giro económico y social que Estados Unidos dio durante su mandato y después del de Trump.
“Nuestra nación está fuerte”, declaró el presidente, recordando a su nación que heredó del ex presidente republicano, una nación dañada económicamente en parte por la pandemia de covid-19.
“La inflación se redujo de 9 a 3%… el desempleo está en el nivel más bajo de los últimos 50 años, se han creado 16 millones de pequeños negocios y se han creado 800 mil empleos y contando en la industria manufacturera”, presumió el presidente Biden.
Destacó en este sentido la reducción que su gobierno ha logrado en déficit, y aprovechó esto para acusar a Trump y los republicanos de querer restablecer un sistema tributario en beneficio de los ricos y los grandes empresarios.
También a Trump lo acusó de haber sido motor de que a las mujeres se le hayan eliminado el derecho al aborto, a determinar con libertad qué hacer con su cuerpo.
En medio de gritos de cuatro años más, Biden expuso también a los 435 representantes y a los 100 senadores de los partidos demócrata y republicano que Trump es el impedimento para sacar adelante proyectos de ley como el de seguridad fronteriza.
Urgió al Congreso a aprobar urgentemente el proyecto de ley de seguridad fronteriza aprobada en el Senado y rechazado en la Cámara de Representantes dominada por los republicanos y manipulada, por el ex presidente Trump.
“Me han dicho que mi antecesor llamó a los republicanos y demandó bloquear el proyecto de ley, él siente que será un triunfo político para mí y una derrota para él”, dijo Biden.
En referencia a los inmigrantes a quienes Trump promete criminalizar, capturar y deportar de forma masiva, Biden aseguró que el trabajará para tratarlos digna y humanamente.
“No voy a demonizar a los inmigrantes diciendo que envenenan la sangre de nuestro país, como (Trump) lo ha dicho, no separaré a las familias ni prohibiré a la gente entrar a Estados Unidos por su fe”, aseguró Biden en su informe sobre el Estado de la Unión.
Con tintes de ser un discurso proselitista más que un informe sobre la situación de su país, Biden insistió en apelar a los electores estadunidenses a que rechacen a Trump, que le impidan regresar a la Casa Blanca oponiéndose a su candidatura en los comicios de noviembre
El mandatario habló de la problemática de salud, violencia generada con las armas de fuego y por la adicción a las drogas de sus ciudadanos, en especial a las sintéticas elaboradas con fentanilo.
En política exterior, también aprovechó su mensaje para caracterizar a Trump como un aliado de Vladimir Putin, el presidente de Rusia, a quien le ha dicho que haga lo que se le plazca con la invasión a Ucrania.
“Putin no se detendrá, Ucrania puede parar a Putin si respaldamos a Ucrania con las armas para que lo haga; es todo lo que pide, no pide soldados estadunidenses y la ayuda bloqueada aquí en el Congreso”, insistió el presidente Biden.
Sobre el conflicto entre Israel y los palestinos, el mandatario no restó puntos al señalar el respaldo incondicional de su gobierno al gobierno israelita. No obstante, acotó que no todos los palestinos son terroristas de Hamas y que es necesario encontrar una solución pacífica.
Prometió también que su gobierno no se detendrá para evitar que China siga imponiendo su voluntad en Asia. No obstante, aclaró que “no quiero conflicto con China, quiero competencia (comercial)”.
El largo informe de Biden sobre el Estado de la Unión ante la sesión plenaria del Congreso federal de su país concluyó como empezó: con un tono claramente proselitista.
“En mi carrera me han dicho que era muy joven y que estoy muy viejo, ya sea joven o viejo, siempre sé lo que perdura… la mera idea de Estados Unidos de que todos los hombres son iguales y merecen un trato equitativo, nunca hemos cumplido completamente con esa idea, pero tampoco no hemos alejado de ella, y no lo haré ahora; soy optimista”, remató el presidente de Estados Unidos.