Las autoridades nigerianas elevaron a 287 el número de secuestrados por un grupo de bandidos nigerianos que asaltaron el jueves un centro de educación primaria en el estado de Kaduna, en el centro-norte del país africano.
El ataque de estos grupos criminales al colegio e instituto de la Autoridad Educativa Local en la ciudad de Kuriga se saldó en principio con el secuestro de 127 estudiantes de primaria y otros 187 de secundaria más uno de los directores, identificado como Abubakar Isah.
Sin embargo, 25 de los alumnos de primaria y otro profesor consiguieron escapar de sus captores poco después del asalto, ocurrido poco antes de las 08:00 horas de la mañana, según explicaron autoridades del centro del gobernador del estado, Uba Sani.
El profesor que consiguió escapar, Sani Abdullahi, explicó al gobernador que poco después del secuestro un ‘grupo de vigilantes’, miembros de la autodefensa local, protagonizó un tiroteo con los captores para liberar a los alumnos sin éxito. Uno de estos “vigilantes” falleció durante la contienda, según declaraciones recogidas por el diario nigeriano ‘Daily Trust‘.
La escuela secundaria de Kuriga ya había sido escenario de asaltos de bandidos en años previos y por ello las autoridades habían decidido integrarla en el centro educativo de primaria.
El ejército nigeriano lleva años librando una campaña contra estos “bandidos”, mafias especializadas en el secuestro y la extorsión, que han asolado comunidades enteras del país, con los jóvenes estudiantes en su punto de mira. El Gobierno, para facilitar la actuación militar, designó a estas bandas como grupos terroristas.
El Ejército ha liberado a un total de cuatro mil 488 rehenes secuestrados en manos de los conocidos como “bandidos” y otros grupos terroristas durante sus operaciones en 2023, que también se han saldado con la muerte de seis mil 880 elementos criminales y otros seis mil 790 detenidos.
Por su parte, la representante de UNICEF en Nigeria, Cristian Munduate, pidió el retorno inmediato de los secuestrados y aprovechó para denunciar la “preocupante tendencia” que lleva amenazando desde hace años a la población del norte del país.
“La alarmante frecuencia de este tipo de incidentes en todo el país es señal de una crisis que requiere una acción inmediata y decidida por parte del Gobierno, a todos los niveles, y de la sociedad. Las escuelas deben ser refugios de aprendizaje y crecimiento, no lugares de miedo y violencia”, manifestó.
De hecho, la representante recuerda que “justo un día antes de este incidente, el coordinador residente de la ONU se refirió a los secuestros de un gran número de mujeres, niñas y niños por parte de miembro de un grupo armado” en el estado de Borno, en el noroeste de Nigeria.
Munduate se refirió así al secuestro de decenas de mujeres desplazadas a causa del conflicto en el noreste de Nigeria por supuestos miembros del grupo yihadista Boko Haram.
Fuentes de seguridad citadas por el diario nigeriano ‘Daily Trust‘ indicaron que el suceso tuvo lugar en Ngala y agregaron que la cifra de mujeres raptadas podría ser “en torno a 113”, lo que supondría uno de los mayores incidentes de este tipo en el país.
UNICEF ya ha comenzado las labores de coordinación con las autoridades locales y prestando asistencia a los padres y familias afectadas mediante servicios de apoyo psicológico. “Nuestros corazones están con las familias de las estudiantes y el personal secuestrados, y les acompañamos en estos momentos tan angustiosos”, ha remachado Munduate.