El entrelazamiento de crisis en que vive sumido Haití ha provocado que 1.4 millones de personas estén “a un paso de la hambruna”, según el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, que advirtió del agotamiento de sus suministros por la falta de acceso y las complicaciones que la inseguridad supone para todo tipo de movimientos.
Haití es ya “una de las crisis alimentarias más graves del mundo”, subrayó el responsable del PMA en Haití, Jean-Martin Bauer. La agencia repartió ayuda a casi 300,000 personas en los primeros diez días de marzo, pero el drástico deterioro de la situación complica cualquier previsión, entre otras cosas porque la cifra de desplazados no deja de crecer y ya supera los 360,000.
El país caribeño está a la espera del envío de una misión internacional para tratar de contener a los grupos armados, pero desde el PMA recordaron que el hambre puede lastrar cualquier avance en materia de seguridad. “Haití necesita algo más que el despliegue de militares”, subrayó la directora ejecutiva de la organización, Cindy McCain.
“Los esfuerzos para restaurar la ley y el orden deben estar acompañados por una respuesta humanitaria igualmente efectiva que responda a las crecientes necesidades“, puntualizó en un mensaje dirigido a la comunidad internacional y agregó que el PMA necesita fondos “desesperadamente” para hacer frente a esta “crisis olvidada”.
“Nuestra operación humanitaria en Haití se está agotando y los fondos para comida caliente se agotarán en dos semanas. Necesitamos que los donantes den un paso al frente para que podamos atajar esta ola de hambre y frenar el avance hacia el caos”, advirtió McCain.