Cuando se trata de sazonar cortes de carne y piezas de pollo, existen muchas combinaciones que se adaptan a cualquier paladar y ocasión. Pero uno de los básicos indispensables es el aceite de orégano, una deliciosa y aromática infusión que puede darle un toque especial a tus platillos sin necesidad de mezclar muchos ingredientes.
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¿Cómo preparar el aceite de orégano de forma casera?
Aunque pueda parecer un ingrediente sencillo, éste es un concentrado de sabor que te ayudará a realzar cualquier platillo y prepararlo en casa es sencillo y permite controlar la calidad de los ingredientes, asegurando un producto natural y sin conservadores. Es así como te presento una guía completa para hacer tu propio aceite de orégano, que seguramente se convertirá en tu favorito.
Fotografía: Freepik.
Ingredientes para preparar el aceite de orégano:
- 1 taza de aceite de oliva virgen extra
- 1 taza de hojas frescas de orégano
- Frasco limpio y con tapa hermética
Paso a paso para elaborar aceite de orégano casero:
- Lava las hojas de orégano con agua fría y sécalas bien con una toalla de papel para eliminar cualquier impureza.
- Tritura las hojas de orégano en un mortero o procesador de alimentos hasta obtener una consistencia fina. Este paso es crucial para liberar los aceites esenciales de la planta.
- Coloca las hojas trituradas en un frasco de vidrio limpio y seco. Añade el aceite de oliva, asegurándote de que las hojas estén completamente cubiertas.
- Deja el frasco en un lugar cálido y oscuro durante dos o tres semanas. Agita el frasco suavemente todos los días para mejorar la infusión.
- Después del periodo de maceración, cuela el aceite usando un colador de malla fina para separar las hojas de orégano. Presiona las hojas para extraer todo el aceite posible.
- Transfiere el aceite colado a un frasco de vidrio oscuro y guárdalo en un lugar fresco y oscuro. Este aceite se mantendrá fresco por varios meses.
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Pero además de sazonar como nunca el pollo y carne roja, también puede añadir un sabor distintivo a diversos platillos, porque también es ideal para utilizar en marinadas y adobos, donde su sabor intenso complementa perfectamente platos de carne asada y pollo al horno. Este aceite no solo realza el sabor de la carne, sino que también le aporta un toque aromático único, haciéndolo ideal para marinadas prolongadas que permiten una mejor absorción de sus sabores. Además, al ser un aceite con propiedades conservadoras, ayuda a mantener la frescura de los ingredientes durante el proceso de marinado.
También es perfecto para añadir a ensaladas, donde unas gotas pueden transformar una vinagreta básica en un aderezo lleno de sabor y frescura, ya que su uso es común en la cocina italiana, siendo un clásico en pizzas, pastas y lasañas, donde realza los sabores tradicionales y aporta un aroma irresistible. Por ello, al utilizar aceite de orégano en estos platillos, se obtiene una experiencia culinaria más rica y auténtica, capturando la esencia de la cocina mediterránea.
Fotografía: Freepik.
¿Cuáles son los beneficios de consumir aceite de orégano?
El aceite de orégano también es conocido por sus múltiples beneficios tanto culinarios como medicinales, por lo que además de darle un delicioso sabor a tus platillos, también puede ayudarte a tener una mejor salud y, de acuerdo con expertos, éstas son algunas de sus propiedades:
- El aceite de orégano es eficaz para tratar infecciones causadas por bacterias y hongos. Contiene compuestos como el timol y el carvacrol, que son potentes antimicrobianos. Es útil en el tratamiento de infecciones de la piel, como el pie de atleta y la tiña, así como en infecciones internas como la candidiasis oral.
- Rico en antioxidantes, el aceite de orégano puede proteger las células del daño causado por los radicales libres. Esto ayuda a reducir el riesgo de enfermedades crónicas como las cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.
Fotografía: Freepik.
- Sus propiedades antiinflamatorias pueden ayudar a aliviar dolores y reducir inflamaciones, siendo útil para condiciones como la artritis y el síndrome del túnel carpiano.
- Mejora la digestión al estimular la producción de bilis y aliviar problemas como gases y cólicos. También mantiene la salud de la flora intestinal, favoreciendo una mejor absorción de nutrientes.
- Fortalece el sistema inmunológico, ayudando a prevenir y combatir infecciones respiratorias como la gripe y el resfriado. Inhalar el aceite de orégano puede aliviar la congestión nasal y otros síntomas de infecciones respiratorias.
- Es efectivo contra parásitos intestinales, ayudando a expulsarlos del cuerpo y mejorar la salud digestiva en general.
- Puede usarse como un repelente natural de insectos, manteniendo alejadas plagas domésticas como hormigas y cucarachas.