El aprovechamiento de las sobras de comida es una práctica común, pero ¿sabes cómo guardarlas adecuadamente para que duren más tiempo sin riesgo para tu salud? Aquí te ofrecemos consejos clave que no solo te ayudarán a conservar tus alimentos de manera segura, sino que también extenderán su vida útil en el refrigerador o congelador. No basta con poner la comida en un plato y guardarla directamente en la nevera.
Consejos para que tus alimentos duren más en el refrigerador
Es importante guardar las sobras en un recipiente poco profundo, máximo 5 cm de altura y cerrado. En el caso, que tengas demasiada comida, lo ideal es dividir las porciones para un mejor almacenamiento. Es importante tener en cuenta, el tiempo y la temperatura al guardar tus alimentos. Vale mencionar que no pueden permanecer a temperatura ambiente por más de dos horas, especialmente si el clima es cálido, ya que esto aumenta el riesgo de proliferación bacteriana. Debes decidir si las guardas en el refrigerador o en el congelador en ese período de tiempo.
Si decides recalentar la comida guardada en el refrigerador, asegúrate de hacerlo a más de 60 ºC para evitar la proliferación bacteriana. En el caso de las conservas enlatadas, el consejo es colocarlas en un recipiente de plástico o cristal, ya que el interior de las latas se oxida con facilidad, convirtiendo el alimento en perecedero. Otro consejo importante es la correcta organización del refrigerador.
En ese sentido, debes los diferentes alimentos, los crudos de los cocinados para minimizar el riesgo de contaminación cruzada. Los productos crudos deben almacenarse en la parte inferior, mientras que los cocinados deben ubicarse en las baldas superiores y recuerda que no todos tienen la misma vida útil en el refrigerador. Una premisa importante, es que la comida cocinada nunca debe dejarse fuera del refrigerador si se pretende recalentar y comer más tarde.
Saber cómo preservar y almacenar las sobras de comida de manera adecuada no solo es esencial para mantener su frescura, sino también para garantizar tu seguridad alimentaria. La refrigeración preserva la frescura de los alimentos, evitando su descomposición y prolongando su vida útil. Además, al mantenerlas a bajas temperaturas, se reduce el crecimiento de bacterias dañinas, lo que contribuye a la seguridad alimentaria y previene enfermedades transmitidas por alimentos. Asimismo, esta práctica ayuda a prevenir el desperdicio de alimentos, permitiendo que se aprovechen en comidas posteriores, lo que es económicamente beneficioso y ambientalmente responsable.