DEIR AL-BALAH, Franja de Gaza (AP) — Aviones israelíes atacaron el lunes objetivos en varios lugares de Gaza, incluidas zonas donde se dijo a los civiles palestinos que buscaran cobijo, después de que se permitiera la entrada de otro pequeño cargamento de ayuda en el asediado territorio gobernado por Hamás.
Israel no ha permitido la entrada de combustible en la Franja de Gaza, donde hay un apagón generalizado desde hace más de una semana y los hospitales tratan de conseguir combustible para los generadores y así mantener en marcha equipamiento médico vital y las incubadoras para bebés prematuros.
Se cree que Israel lanzará una ofensiva terrestre en Gaza tras el brutal ataque de Hamás del 7 de octubre a poblaciones en el sur de Israel. Hay tanques y tropas reunidas en la frontera de Gaza, e Israel dice que ha redoblado sus ataques aéreos para reducir el riesgo para sus tropas en las siguientes fases del conflicto.
El temor a que la guerra se expandiera iba en aumento mientras aviones israelíes de combate atacaban objetivos en la ocupada Cisjordania, Siria y Líbano en los próximos días. El ejército ha cruzado fuego a menudo con el grupo armado libanés Hezbollah, que cuenta con decenas de miles de cohetes en su arsenal.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu dijo el domingo a las fuerzas en el norte de Israel que, si Hezbollah inicia una guerra, “cometerá el error de su vida. Lo paralizaremos con una fuerza que ni siquiera puede imaginar, y las consecuencias para él y el estado libanés serán devastadoras”.
El movimiento político de Hezbollah forma parte del dividido gobierno libanés, pero sus combatientes operan al margen del control del estado. Israel bombardeó con dureza el aeropuerto de Beirut e infraestructura civil del país durante una guerra en 2006 con Hezbollah. Ante las hostilidades, Israel está evacuando algunas poblaciones en su lado de la frontera.
El contralmirante Daniel Hagari, vocero del ejército israelí, dijo que las fuerzas israelíes habían eliminado ocho células milicianas en Líbano durante las últimas 24 horas y más de 20 desde el inicio de la guerra, sin dar más detalles.
Más de 1.400 personas han muerto en Israel, la mayoría civiles asesinados durante el ataque inicial de Hamás. Al menos 222 personas fueron capturadas y llevadas a la fuerza a Gaza, incluidos algunos extranjeros. Dos estadounidenses fueron liberadas el viernes, horas después de que se enviara el primer cargamento de ayuda humanitaria.
Más de 5 mil palestinos, incluidos unos 2 mil niños y unas mil 100 mujeres, han muerto, dijo el lunes Ashraf al Qidra, vocero del Ministerio de Salud que gestiona Hamás. Eso incluye la cifra disputada de víctimas en la explosión de un hospital.
Esta es de lejos la más letal de las cinco guerras que han librado Israel y Hamás en menos de 15 años.
Israel ha realizado incursiones limitadas en Gaza, y el domingo Hamás dijo que había destruido un tanque israelí y dos excavadoras blindadas en el territorio, que gobierna desde 2007. El ejército israelí informó de un soldado muerto y tres heridos por un misil antitanques durante una operación dentro de Gaza.
El ejército dijo que la incursión formaba parte de los esfuerzos por rescatar a rehenes secuestrados en el ataque del 7 de octubre. Hamás confía en canjear a los cautivos por prisioneros palestinos en Israel.
El sábado, 20 camiones entraron en Gaza en la primera entrega de ayuda al territorio desde que Israel impuso un asedio total al inicio de la guerra. Israel permitió la entrada de un segundo convoy de 15 camiones el domingo. Ambos entraron desde Egipto a través del cruce de Rafah, el único acceso a la franja que no controla Israel.
Un ataque aéreo que golpeó el lunes un edificio residencial a unos 200 metros (yardas) de la sede de Naciones Unidas en Rafah mató e hirió a varias personas, según un reportero de Associated Press en el lugar. La explosión reflejaba lo arriesgado de las operaciones humanitarias.
El COGAT, el organismo israelí de defensa responsable de los asuntos civiles palestinos, dijo que se había permitido la entrada de ayuda a petición de Estados Unidos, y que el cargamento incluía agua, comida y suministros médicos. Todo fue inspeccionado por Israel antes de su entrada en Gaza, indicó.
En una llamada telefónica el domingo, Netanyahu y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, “afirmaron que ahora habrá un flujo continuado de esta asistencia crítica a Gaza”, señaló la Casa Blanca en un comunicado.
Los cooperantes dijeron que hacía falta mucho más para abordar la creciente crisis humanitaria en Gaza, donde la mitad de los 2,3 millones de habitantes han huido de sus hogares. La agencia humanitaria de Naciones Unidas señaló que los 20 camiones que entraron el sábado equivalían al 4% de las importaciones medias de un día antes de la guerra, y eran “una fracción de lo que se necesita tras 13 días de asedio total”.
La Organización Mundial de la Salud dijo que siete hospitales en el norte de Gaza se habían visto obligadas a cerrar debido a los daños por ataques, falta de energía o las órdenes israelíes de evacuación.
La falta de combustible también afectó a los sistemas de agua y saneamiento. Cientos de miles de palestinos refugiados en escuelas gestionadas por Naciones Unidas y campamentos de carpas se estaban quedando sin comida y bebían agua sucia.
Israel reiteró sus avisos de que la gente abandonara el norte de Gaza, lo que incluyó arrojar folletos desde el aire. Estimaba que 700.000 personas se habían marchado ya, pero quedaban cientos de miles. Eso plantearía el riesgo a enormes bajas civiles en cualquier ofensiva de tierra.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo que Israel no podría volver a la situación anterior en la que Hamás controlaba Gaza y podía plantear una amenaza, pero que Israel no tenía “absolutamente ninguna intención” de gobernar Gaza.
“Hay que encontrar algo que garantice que Hamás no puede volver a hacer esto, pero que tampoco recurra a la gobernanza israelí de Gaza”, dijo el domingo en el programa “Meet the Press” de NBC. “Es algo que debe resolverse incluso mientras Israel gestiona la amenaza actual”.
Israel capturó Gaza, junto con Cisjordania y Jerusalén Este, en la Guerra de los Seis Días de 1967. Los palestinos reclaman los tres territorios para un estado futuro. Israel retiró sus tropas y colonos de Gaza en 2005, pero Israel y Egipto han impuesto un bloqueo en grado variable desde que Hamás arrebató el poder del territorio a fuerzas palestinas rivales en 2007.
Los intensos ataques aéreos y de artillería israelí continuaron durante la noche en Gaza, según el Ministerio de Salud que gestiona Hamás. Los bombardeos golpearon edificios residenciales en la localidad de Khan Younis y el campo de refugiados de Nuseirat, ambos al sur de la línea de evacuación.
La Media Luna Roja Palestina informó de fuertes ataques aéreos durante la noche cerca del hospital de Al Quds en Ciudad de Gaza. Además de los pacientes, el hospital acogía a más de 12 mil personas desplazadas, indicó la organización médica.
El ejército israelí dice que no dirige sus ataques contra los civiles. Los milicianos palestinos han lanzado unos 7 mil cohetes en Israel desde el inicio de la guerra.
El ejército dijo el lunes que había alcanzado 320 objetivos milicianos en Gaza en las últimas 24 horas. Dijo haber destruido posiciones antitanque y otros objetivos que pudieran poner en peligro a las fuerzas que se preparan para “una maniobra en la Franja de Gaza”, una aparente referencia a una operación de tierra.
La tensión también era alta en la ocupada Cisjordania, donde unos 90 palestinos han muerto desde que comenzó la guerra, principalmente en protestas violentas y tiroteos durante redadas militares para hacer detenciones. Dos palestinos murieron baleados el lunes durante una incursión en el campamento de refugiados de Jalazone, según el Ministerio palestino de Salud.