“Trascendió” en Milenio
Que el presidente Andrés Manuel López Obrador no dejó pasar la recta pegada al cuerpo que le lanzó antenoche la embajada de Ucrania y bateó la demanda que le hizo llegar esa legación, mediante un comunicado, consistente en que tiene que ordenar la aprehensión de Vladímir Putin en caso de que el ruso acuda a la toma de posesión de Claudia Sheinbaum, por ser un “criminal de guerra” reclamado por la Corte Penal Internacional de La Haya. “No nos corresponde. Estamos contra la guerra, a favor de la paz”, respondió el mandatario, quien aprovechó su mañanera, también, para decir que nadie se puede declarar ganador en Venezuela sin exhibir las actas.
“Templo Mayor” en Reforma
¡QUÉ RARO! Resulta extraño que Andrés Manuel López Obrador crea que permitir la libre circulación en la Autopista México-Puebla es un acto… ¡de represión!
EL PRESIDENTE salió con la sorpresa de que no va a mover a los manifestantes que tienen ahorcada la vía desde hace más de 72 horas porque no quiere caer en actos “de represión”.
LA REALIDAD, sin embargo, es que quitar a los manifestantes y permitir que circulen personas y mercancías no es ningún acto represor, sino una necesidad de cualquier sociedad que se precie de respetar los derechos y libertades y, más aún, una obligación de las autoridades.
CUANDO un operativo policiaco se hace de forma correcta, efectiva y respetando los derechos humanos, no hay represión, simplemente se está liberando el paso para el libre tránsito de las personas, que es un derecho constitucional.
AHÍ ESTÁ, por ejemplo, el caso de Emmanuel Macron, que cuando en enero hubo movilizaciones campesinas para cerrar caminos, pa’ pronto del Elíseo movilizaron a 15 mil policías para impedir que los agricultores estrangularan con sus tractores las principales autopistas.
EL TEMA, como dijera el clásico, no parece de mucha ciencia. No sólo porque en México la Constitución establece que el respeto a la libre manifestación tiene su límite en las afectaciones a terceros o porque la Ley General de Vías de Comunicación también es clara en las prohibiciones de obstrucción de arterias o el Código Penal que establece sanciones precisas para quienes impiden el libre tránsito. Cuando se quiere se puede.
“Bajo Reserva” en El Universal
Nos cuentan que, en la Cámara de Diputados, Morena va por las oficinas que por décadas han ocupado panistas y priistas. En la mira de la aplanadora oficialista que llegará a San Lázaro en septiembre está la planta baja del edificio B, que ha sido territorio panista, donde se decía que estuvo el famoso spa; pero también la mítica oficina de los tricolores conocida como la “pecera”, en el edificio H. Nos cuentan que quieren también los pisos 1 y 2 del mismo edificio, para repartírselos con el Partido Verde. Nos hacen ver que, más que espacios, lo que buscan los guindas es dar un manotazo para avisar que hace mucho cambió de “dueño” el Congreso. ¿Será que a Ricardo Monreal le entró la nostalgia por los tiempos en que Fidel Herrera y él eran los vicecoordinadores de la bancada del PRI y hacían sentir su poder a la oposición?
“Frentes Políticos” en Excélsior
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, expresó su plena confianza en Omar García Harfuch, próximo secretario de Seguridad y Protección Ciudadana. En un encuentro privado, López Obrador compartió la estrategia de seguridad de su sexenio, centrada en abordar las causas de la violencia. Destacó la efectividad de García Harfuch como funcionario en la CDMX, donde, delitos como robo y homicidio disminuyeron bajo su gestión. Con estos antecedentes, Omar García se perfila como una figura clave en la continuidad de la estrategia de seguridad. El superpolicía, le dicen por ahí. Ha de ser por algo.