Alcoholismo y juventud: ¿cuándo deberías tomar tu primer trago?

Alcoholismo y juventud: ¿cuándo deberías tomar tu primer trago?


El desalojo del Vocafest en Madero, la trágica caída de los jóvenes en el antro Rich en San Luis Potosí y la intoxicación de adolescentes en el Perro Salado tienen algo en común: entre quienes consumían alcohol se encontraban adolescentes.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el 39.5 por ciento de los mayores de 15 años de edad ha bebido en exceso por lo menos una vez en la vida. Se considera beber en exceso tomar más de cinco copas, en el caso de los hombres, y de cuatro, entre las mujeres, en un lapso menor a seis horas.

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Aunque en México el consumo de alcohol entre los adolescentes ha permanecido estable desde hace algunos años, lo que preocupa a los expertos es la manera en la que los jóvenes ingieren alcohol.

“El consumo de alcohol sigue siendo semejante. Lo que sí estamos viendo es que, particularmente entre los grupos de adolescentes, están aumentando los consumos excesivos de alcohol, particularmente entre mujeres y adolescentes”, detalla el doctor José Ángel Prado, coordinador de Información Pública de Alcohólicos Anónimos. 

¿Cómo afecta el consumo de alcohol a los adolescentes?

Más allá de los factores sociales, religiosos o ideológicos relacionados con el consumo de alcohol a una temprana edad, la realidad es que esta actividad afecta el correcto desarrollo cerebral de quien la realiza.

“Fisiológicamente, el sistema nervioso central termina de madurar a los 25 años. Ese es el estándar, es decir, habrá otro tipo de aprendizaje, pero el sistema nervioso central, en su maduración completa, concluye a los 25.

“Le llamamos mecanismo de recompensa a cuando ingresa una sustancia psicoactiva al organismo, tú liberas cierto tipo de neurotransmisores, va a depender del tipo de sustancia que sea: hay estimulantes, depresores, alucinógenos. Entonces, empieza a haber una asociación entre lo que consumes y lo que liberas que normalmente te genera placer”, explica Juan Arturo Sabines, presidente de la Central Mexicana de Alcohólicos Anónimos. 

Al entrar en contacto con un cerebro no desarrollado completamente, algunas áreas no se conectan adecuadamente, lo que puede derivar en comportamientos de riesgo que pueden cambiar la vida de los adolescentes para siempre.

Se calcula que el cerebro termina su desarrollo a los 25 años de edad. Foto: Pexels

“El desarrollo cerebral, particularmente la conexión entre el área del juicio y el área del pensamiento racional, y el área de la recompensa y el área del placer no están conectados. Si un joven, un adolescente empieza a consumir alcohol o cualquier otra sustancia psicoactiva, lo que va a dificultar es esa conexión. Entonces vamos a tener un Ferrari sin frenos”, detalla Prado.

Precisamente esa conexión faltante es lo que hace que un joven fácilmente pueda desarrollar alguna adicción no solo hacia el alcohol, sino hacia cualquier sustancia de características similares, pues no tiene límites en la búsqueda de la recompensa.

“El alcohol es una droga que tiene un efecto depresor en el sistema nervioso central y actúa específicamente sobre neurotransmisores específicos como el GABA, que tienen un efecto de cierta liberación y tranquilidad, que a la hora de la hora te produce un nivel de satisfacción. Entre más joven seas, estás preparando ese mecanismo para que se acostumbre a la presencia de la sustancia para entregarte ese estándar”, concluye Sabines.



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