Jean Thouma Hannah Succar Kuri nació en Bisharri, Líbano, el 19 de septiembre de 1944. Llegó a México en 1975 a Guanajuato, sin embargo, poco después decidió instalarse en Cancún, Quintana Roo.
Las acusaciones de pederastia contra Succar Kuri fueron expuestas en 2003 luego de que un grupo de niñas, niños y adolescentes lo denunciaron por los delitos de corrupción de menores y pornografía infantil.
Fue detenido en febrero del 2004 en Chandler, Arizona, en Estados Unidos, y extraditado a México dos años después. Desde entonces se encontraba en una cárcel de Cancún.
En 2011, un juzgado le dictó sentencia condenatoria de poco más de 13 años de cárcel y una multa de casi 900 mil pesos. Sin embargo, después la sentencia cambió y se le dictaron 112 años de prisión.
Finalmente, en octubre de 2021, Succar Kuri fue sentenciado a 94 años y tres meses de cárcel por los delitos de pornografía infantil y corrupción de menores.
Los demonios del Edén
En 2005, Cacho publicó el libro Los demonios del Edén, en el que denunciaba una red internacional de pedofilia y explotación sexual de niños y niñas, de entre 4 y 14 años de edad.
Esa red era organizada desde Cancún por el hotelero Jean Succar Kuri, que surtía de pornografía infantil a otros empresarios como Kamel Nacif, conocido como ‘El rey de la mezclilla’; y políticos mexicanos como el exgobernador de Puebla, Mario Marín; Emilio Gamboa Patrón y Miguel Ángel Yunes Linares.
Meses después, un dispositivo policial secuestró a Cacho frente a sus oficinas en Cancún.
En ese momento, comenzó un viaje en coche por más de 24 horas, que atravesó varios estados del país, recorrido en el que fue sometida a torturas y amenazas de muerte.
Cacho fue encarcelada en Puebla en 2005.
El 14 de febrero de 2006, la periodista Carmen Aristegui y el diario La Jornada, exhibieron la grabación de una conversación entre el entonces gobernador de Puebla, Mario Marín, y Kamel Nacif en la que se hizo célebre la frase “mi góber precioso”.
En febrero de 2021, se dictó auto de formal prisión contra Marín, “el góber precioso”, como lo llamó Nacif en dicha llamada, señalado como uno de los que orquestaron el secuestro y la tortura de Lydia Cacho.
El 21 de julio de 2019, sujetos desconocidos allanaron el domicilio de la periodista y envenenaron a sus animales de compañía. Como consecuencia, hace casi 2 años que Lydia no puede volver a su casa, pues hasta ahora, no existen las condiciones que le permitan vivir sin miedo y tampoco aquellas que garanticen que su voz y su lucha no serán reprimidos.
Cacho vive exiliada en Madrid.
El pasado 16 de noviembre de 2021, la periodista recibió la nacionalidad española por carta de naturaleza.