Jayson Tatum y Jaylen Brown acaparan los focos en la cancha y Joe Mazzulla ha sido el cerebro desde la banda, pero el arquitecto de estos Celtics que acarician el histórico anillo 18 es Brad Stevens, quien cambió el banquillo por los despachos para dar forma a un equipo imparable y demoledor a la altura de la legendaria franquicia de Boston.
Stevens solo tenía 36 años cuando en 2013 fue elegido entrenador de los Celtics.
Para entonces, el precoz técnico, criado en un estado como Indiana absolutamente obsesionado con el baloncesto, ya tenía un currículum espléndido en la NCAA, donde entrenó durante seis años a Butler. Pese a ser una universidad muy pequeña, llegó en dos ocasiones consecutivas con Stevens a la Final del ‘March Madness’ (perdió ambas).
Esas heroicas campañas en el baloncesto universitario le abrieron las puertas de los emblemáticos Celtics, que en 2008 habían ganado su título número 17 pero para entonces ya afrontaban una reconstrucción de arriba a abajo.
Stevens se ocupó de pilotar esa nueva fase de la franquicia de verde. Solo en el primero de los ocho años que se sentó en su banquillo no llegaron a ‘playoff’ y en tres de ellos alcanzaron la final del Este, pero las Finales de la NBA, con un equipo ya encabezado por Tatum y Brown, se le resistieron
Para cuando los Celtics regresaron a la serie por el título en 2022, Stevens ya había cambiado la banda por el despacho pasando de ser entrenador a presidente de las operaciones de baloncesto en sustitución de Danny Ainge.
Ese interesante movimiento sucedió en el verano de 2021 y Stevens se encargó de fichar a Ime Udoka como nuevo entrenador. Los Celtics llegaron a las Finales en 2022 y fueron ganando 1-2 a los Golden State Warriors de Stephen Curry, pero posteriormente perdieron tres partidos seguidos y cayeron 4-2.
Uno de los momentos más delicados de Stevens en Boston llegó con la suspensión y salida de Udoka por comportamiento inapropiado en el entorno laboral incluyendo una relación con una trabajadora del equipo.
Pero Joe Mazzulla, su técnico asistente, tomó las riendas del equipo en 2022 y ahora tiene a los Celtics a solo un triunfo del título (3-0 contra los Dallas Mavericks de Luka Doncic) después de que Stevens hiciera magia en el mercado con dos fichajes en mayúsculas antes de comenzar la temporada 2023-2024: los de Kristaps Porzingis y Jrue Holiday.
Gracias a esas dos incorporaciones con sello de Stevens, Mazzulla ha tenido a sus órdenes el mejor quinteto de la liga (Holiday, Derrick White, Brown, Tatum y Porzingis) respaldado además por un reserva todoterreno y totalmente fiable como el dominicano Al Horford. ¿El resultado? Un rodillo que arrasó el Este con el mejor balance de la liga (64-18).
Por todo ello no es difícil entender por qué la voz de Stevens se escucha con absoluta atención por todos los integrantes de los Celtics.
Mazzulla comentó al inicio de estas Finales:
Siempre he tenido mucho respeto por cómo entrenaba, por cómo mantuvo el equilibrio familiar en primer lugar. Cómo trataba a la gente en primer lugar. Eso siempre era más importante que si había un éxito o un fracaso. Creo que eso es la punta de lanza del liderazgo.
“Brad ha estado genial en su rol de mánager general. Era un gran entrenador. Creo que simplemente continuó eso siendo un gran mánager general, siendo capaz de poner juntas las piezas correctas”, añadió Brown.
Nombrado ejecutivo del año en la NBA en 2024, Stevens podría por fin ganar el anillo por el que tanto ha trabajado justo la semana en que ha fallecido Jerry West, uno de los mejores ejemplos en la historia de la NBA de cómo hacer una exitosa transición de la cancha y los banquillos a los despachos de la liga.