CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Con el gobierno de Cuba convertido ya en protagonista clave, el escándalo de la videocorrupción inicia un capítulo más, no necesariamente el último, con el ingreso de Carlos Ahumada al Reclusorio Norte del Distrito Federal. Pero hay otro elemento que entra en escena.
Antes de estallar el asunto de las grabaciones hechas por el empresario de origen argentino, una serie de personajes viajaron repetidamente a Cuba utilizando siempre el mismo avión: funcionarios delegacionales acusados de fraude, Rosario Robles, los abogados Collado… Es el avión que utiliza regularmente nada menos que Carlos Salinas de Gortari.
Utilizada de manera regular por el expresidente Carlos Salinas de Gortari en vuelos nacionales e internacionales, la aeronave tipo jet Star matrícula XA-CVE fue sometida a un intenso trajín antes de que Carlos Ahumada fuera inesperadamente deportado a México.
La nave, que está registrada a nombre de Compañía Ejecutiva de Servicios Aéreos (CESA), con domicilio en vía Adolfo López Mateos número 318, fraccionamiento Lomas de Santa Cruz, Naucalpan, Estado de México, fue utilizada recurrentemente por los defensores legales de la familia Salinas, Juan Antonio y Juan Ramón Collado Mocelo, para viajar a Cuba.
Pero no fueron los únicos pasajeros. Antes de que estallara el escándalo de los videos, en esa nave viajaron de Cancún a La Habana dos de los exfuncionarios delegacionales implicados en el quebranto de 31 millones de pesos, en perjuicio de la delegación Gustavo A. Madero.
Se trata de Luis Salazar Cano y de Martha Delgado Anaya, exdirector de Recursos Financieros y subdirectora de Planeación, Programación y Presupuesto. Ambos exservidores públicos volaron a Cuba el 11 de febrero último, en compañía de Alejandra Villegas, Graciela de Salazar y José Carlos Salazar. La nave regresó a Cancún el 12 de febrero, sin pasajeros.
Salazar Cano y Delgado Anaya trabajaron en el trienio anterior en la delegación Tláhuac, una de las que más obras adjudicó a las empresas de Ahumada. Antes de que la Policía Judicial del DF los detuviera, huyeron.?Un día después, el 12 de febrero, la exjefa de Gobierno del DF y expresidenta nacional del PRD, Rosario Robles, estuvo coincidentemente en La Habana, según consta en la bitácora de vuelos del avión de Ahumada, matrícula XA-TVK.
Y justo en esos días, se trasladó a la isla, en la nave que acostumbra, otro personaje importante en la trama de los videoescándalos: el expresidente Carlos Salinas de Gortari.
Según la bitácora de vuelos del jet de lujo de nueve plazas, Juan Antonio Collado estuvo también en la isla por lo menos cuatro veces antes de que Carlos Ahumada fuera detenido por la policía cubana y puesto bajo arresto cautelar, a petición de la Procuraduría General de la República (PGR).?
Tripulada por los pilotos Severino Soto Batanero y Juan Mario Rey Molina, la nave trasladó a Juan Antonio Collado del aeropuerto de Toluca al de La Habana el pasado 5 de marzo. De acuerdo con la bitácora, el abogado litigante viajó solo en esa ocasión. Collado regresó a México el 7 de marzo, aunque lo hizo acompañado de Adán Ruiz, Mario Andrade, Martha Palos, Lucía Collado e Ignacio Ruiz.
El historial de vuelos de la nave que también suele utilizar Salinas de Gortari, reporta otro traslado de los Collado a La Habana el 15 de marzo. En ese entonces, la nave voló del aeropuerto de Toluca a la terminal aérea de Veracruz, donde abordaron Juan Ramón Collado, David Gutiérrez y Manuel Guerrero Hernández.
Un día después, el 16, el mismo avión transportó a Juan Antonio Collado de Cancún a La Habana. Aparentemente, fue un viaje de ida y vuelta porque el itinerario de ese día registra que la nave regresó de la isla al aeropuerto de Toluca y, más tarde, partió rumbo a la terminal aérea de Cancún, con el mismo pasajero a bordo.
El 24 de marzo, la nave volvió a hacer otro viaje a La Habana, con pasajeros sin identificar, y la noche de ese mismo día el jet trasladó a Juan Antonio Collado, Salvador Guerrero y Adrián Cortés a la ciudad de Cancún.
Y un par de días después -el 26-, la nave que utiliza Salinas voló de La Habana a Toluca y, más tarde, de Cancún a Toluca. En la bitácora no aparecen los nombres de los pasajeros del primer vuelo y en el segundo viajaron los clientes de siempre: Juan Antonio Collado, Adrián Cortés y Salvador Guerrero.
A partir de la detención de Ahumada en Cuba, el 30 de marzo último, los hermanos Collado dejaron de utilizar la nave matrícula XA-CVE de la empresa CESA para trasladarse a La Habana.
Según las bitácoras de vuelo en poder de Proceso, los Collado se transportaron desde entonces en dos naves distintas, matrículas XA-JMF y XA-CDE.
Por ejemplo, el mismo día de la detención de Ahumada en Cuba, Juan Ramón Collado, Manuel Guerrero Hernández y José Antonio Solís de Anda volaron de Toluca a La Habana amparados en los pasaportes números 95330006878, 04340007113 y 04330005998, respectivamente.
Tripulada por los pilotos Enrique Montero Rodríguez y Miguel Garza Covarrubias, la nave matrícula XA-JMF regresó a la terminal aérea de Toluca el día siguiente, con los mismos pasajeros.
Esta misma nave efectuó otro viaje a La Habana el 7 de abril y retornó a México el 8 del mismo mes, aunque en la bitácora de ese día no aparecen registrados los nombres de los pasajeros.
El último viaje de los Collado a La Habana fue el 15 de abril último. 12 días antes de la inesperada deportación a México de su cliente Carlos Ahumada. En esa ocasión, viajaron Juan Ramón y Martha Palos en el avión matrícula XA-CDE.
Más vuelos de Carlos Salinas a Cuba
La bitácora de vuelos del jet Star, matrícula XA-CVE, tiene registrados también al menos tres vuelos del expresidente Carlos Salinas a Cuba, el más reciente en febrero último, poco antes de que se desatara el escándalo de los videos de la corrupción.
Amparado en el pasaporte número 03463000442, Salinas viajó solo en los primeros días de febrero y estuvo apenas algunas horas en la isla, según se desprende del documento.
Señalado por el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, como autor intelectual del supuesto complot fraguado en su contra en complicidad con funcionarios del gobierno federal, el expresidente hizo al menos dos viajes más a La Habana en la misma nave de marzo a diciembre del año pasado.
Según la bitácora de vuelos, el 24 de junio partió del aeropuerto de Toluca a Cuba, previa escala en Cancún; el 25 de diciembre, voló de la terminal aérea de Acapulco a la de Toluca, y de ahí a La Habana. En esta última fecha, viajó acompañado de su familia y de 10 personas más, de acuerdo con los datos consignados en la bitácora, pese a que la aeronave sólo tiene capacidad para nueve pasajeros.
El avión que utiliza Salinas de Gortari está registrado a nombre de Compañía Ejecutiva de Servicios Aéreos, una empresa supuestamente familiar que dirige actualmente Severino Soto Batanero.
Fundada hace poco más de 10 años, la empresa -que también renta helicópteros y servicio de ambulancia aérea y utiliza el hangar de Aeroextra, propiedad de Alberto Saba-, cobra no menos de 20 mil dólares (poco más de 200 mil pesos) por un viaje redondo de Toluca a La Habana.
Proceso buscó el acta constitutiva de la empresa en los Registros Públicos de la Propiedad del Distrito Federal y de Tlalnepantla, en donde se concentra las constancias legales del municipio de Naucalpan, pero no aparece ninguna sociedad registrada con esa razón social.
Es más, sus oficinas se encuentran en una nada ostentosa vivienda de dos plantas ubicada dentro del fraccionamiento Lomas de Santa Cruz, en Naucalpan, Estado de México. La fachada de la casa está pintada de blanco y en la parte frontal se encuentra el estacionamiento, el cual, por cierto, tiene espacio para tres vehículos.?Una joven de entre 20 y 25 años de edad salió al paso del reportero y preguntó el motivo de la visita.
-Disculpe señorita, ¿estas son las oficinas de CESA?
Desconfiada, respondió la joven mujer: “Sí, aquí son, ¿qué se le ofrece?
-Deseo saber las tarifas de la renta de sus aviones y helicópteros.?-Este… ¿cuál es su nombre?, ¿de qué empresa viene?
-Vengo de Comunicación e Información.
La joven pidió al reportero que esperara un segundo y se metió a la casa.?Segundos después, salió un joven fortachón. “¿Qué se le ofrece?”, preguntó de nuevo.
-Le explicaba a la señorita que me interesa conocer las tarifas de los vuelos, ¿me podría regalar una copia o folleto?
El joven respondió que no tenían esa información y que cualquier dato sobre los vuelos y las tarifas se harían llegar vía correo electrónico.
En su portal de Internet, CESA se anuncia como una empresa modelo, dedicada a promover y vender servicios aéreos, “atendiendo criterios de confiabilidad, calidad y costo”.
Además, subraya que cuenta con personal altamente calificado y entrenado en los mejores centros de adiestramiento aéreo de Estados Unidos, como Flight Safety.
Con un costo de 3 mil 250 dólares (más de 37 mil pesos) la hora de vuelo, además 2 mil 500 dólares de permisos (casi 29 mil pesos), CESA tiene dos jets ejecutivos -matrículas XA-SOY y XA-CVE que “lo transportan en el momento que usted desee, sin importar horarios, sin tiempos de espera, en una atmósfera segura, cordial y placentera”.
Otra aeronave que durante febrero, poco antes de la difusión de los videoescándalos, tuvo como punto de destino final La Habana fue el jet propiedad de Carlos Ahumada.
De acuerdo con la bitácora de la aeronave matrícula XA-TVK, actualmente bajo resguardo de la PGR, por segunda ocasión, la pasajera que más viajó a la isla fue Rosario Robles.
La expresidenta nacional del PRD voló a Cuba al menos en tres ocasiones:
El 12 de febrero, partió directo de Toluca a La Habana; el 27 -48 horas antes de la difusión del video que muestra a Gustavo Ponce jugando en Las Vegas-, viajó en compañía de Carlos Ahumada, Antonio Martínez Ocampo y Nora Millán, y el 3 de marzo volvió a trasladarse a La Habana, previa escala en Cancún.
El contacto de los Collado con Ahumada
La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal tiene plenamente documentado que tanto Salinas como los Collado tuvieron contacto con Ahumada en los días previos a la difusión de los videos que exhibieron a tres personajes políticos del gobierno capitalino: el secretario de Finanzas, Gustavo Ponce Meléndez, implicado en el fraude de 31 millones de pesos cometido en la delegación Gustavo A. Madero y prófugo de la justicia; el líder de la Asamblea Legislativa del DF, René Bejarano, acusado de delitos electorales y de extorsión, y el jefe delegacional en Tlalpan, Carlos Ímaz.
En su edición del 11 de abril último, Proceso (número 1432) aportó otros elementos de prueba con las declaraciones de los choferes-escoltas que estuvieron a cargo de la seguridad de la familia Ahumada, Ricardo Torres de la Cruz y Julio Carrasco Romero.
Ambos empleados revelaron que su patrón visitó en febrero último, al menos dos veces, a Carlos Salinas de Gortari en la casa del expresidente, ubicada en la calle de Dulce Oliva número 157 “B”, colonia Villa de Coyoacán, en la capital del país.
Carrasco Romero precisó que Ahumada comenzó a frecuentar la casa de Salinas desde septiembre del año pasado y recordó, incluso, que la última vez que lo llevó a la residencia de Dulce Oliva fue días antes de que se diera a conocer el primero de los tres videos de la corrupción.
En la entrevista concedida a Proceso, los escoltas dieron cuenta también de las reuniones que su patrón sostuvo, juntos y por separado, con los hermanos Collado y el senador del PAN, Diego Fernández de Cevallos, así como con el gobernador del Estado de México, Arturo Montiel.
El pasado 28 de abril, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba fortaleció aún más la tesis de la confabulación de intereses en la difusión de los videos al dar a conocer -así haya sido parcialmente- parte de las declaraciones que hizo Ahumada a la policía política cubana.
Según el gobierno cubano, el empresario que se enriqueció a costa de la obra pública del gobierno de la ciudad, sobre todo durante la gestión de Rosario Robles, afirmó que “la operación realizada con empleo de los videos sobre corrupción difundidos en México fue calculada deliberadamente para alcanzar objetivos políticos con meses de antelación”.
De los resultados de su investigación, se desprendió también que “los hechos relacionados con el señor Ahumada Kurtz y el escándalo público desatado en torno a ellos tienen una incuestionable connotación política y afectan de un modo u otro tanto a funcionarios y autoridades del gobierno como a otros políticos del país”.
Antes de sorprender a las autoridades mexicanas con la deportación de Ahumada, el gobierno cubano había detenido a otros dos personajes, al menos uno de ellos estrechamente vinculado al empresario: el 5 de abril, aprehendió a Antonio Martínez Ocampo, uno de sus principales operadores, y días después, el 21, hizo lo propio con Enrique Arcipreste del Ábrego, cuyos abogados son los mismos que defienden a Ahumada en los asuntos relacionados con los clubes de futbol Santos y León.
Acusado de falsificación de documentos y fraude en el caso del Paraje San Juan, Arcipreste se encontraba en La Habana desde el 24 de diciembre de 2003 -viajó en el avión de Ahumada- y el gobierno cubano justificó su detención bajo el argumento de que estaba presuntamente vinculado con Carlos Ahumada.