Maquillaje: ¿para qué sirve cada brocha?

Toda persona que gusta de maquillarse siempre busca las mejores alternativas para que su make up luzca como el de las modelos o famosas que aparecen en televisión o revistas, sin embargo, en muchas ocasiones no cuentas con las herramientas necesarias para lograrlo, pero en esta nota te diremos qué es lo que requieres para que luzcas siempre hermosa.

El arte del maquillaje no solo reside en la calidad de los productos, sino también en las herramientas que utilizamos, entre ellas, las brochas, pues estas son esenciales para lograr un acabado profesional, debido a esto es que aquí te daremos una guía rápida para que conozcas cada una de ellas.

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5 brochas esenciales para lograr un maquillaje perfecto

Aunque sabemos que son muchísimas brochas, en esta ocasión solo mencionaremos cinco, las cuales se deben convertir en tus mejores amigas y no  puedes salir de tu casa sin ellas, pues no solo cubren las necesidades básicas del maquillaje, sino que también permiten crear un acabado profesional desde la comodidad de tu hogar. La correcta aplicación de los productos puede transformar por completo tu apariencia, realzando tus características naturales y permitiéndote experimentar con diferentes estilos.

Incorporar estas brochas a tu rutina de maquillaje no solo mejorará la aplicación de tus productos, sino que también te permitirá explorar y perfeccionar nuevas técnicas. Una buena brocha puede marcar la diferencia entre un maquillaje amateur y uno digno de un profesional. Así que, si quieres lucir siempre espectacular y aprovechar al máximo tus cosméticos, asegúrate de tener estas herramientas indispensables en tu cosmetiquera. 

La brocha para base es fundamental para obtener una cobertura uniforme y un acabado impecable. Existen diferentes tipos, pero la más recomendada es la brocha plana. Este tipo de brocha permite aplicar la base líquida o en crema de manera precisa, evitando las rayas o líneas que pueden dejar las esponjas.  Aplica puntos de base en tu rostro y difumínala con movimientos circulares o en forma de golpecitos con la brocha. Esto asegurará que la base se mezcle perfectamente con tu piel, dando un aspecto natural y sin imperfecciones.

La brocha para polvos es grande y esponjosa, ideal para aplicar polvos sueltos o compactos. Su tamaño y forma permiten una aplicación uniforme, fijando la base y matificando el rostro sin dejar un aspecto pesado. Sumerge la brocha en el polvo, sacude el exceso y aplica con movimientos circulares suaves. Este método garantiza que el polvo se distribuya de manera pareja, fijando tu maquillaje y controlando el brillo.

La brocha para rubor tiene una forma angular que facilita la aplicación precisa en las mejillas. Su diseño permite definir y realzar los pómulos, añadiendo un toque de color que da vida al rostro. Toma una pequeña cantidad de rubor con la brocha y sonríe para identificar las manzanas de tus mejillas. Aplica el rubor con movimientos ascendentes hacia las sienes para un efecto natural y saludable.

Una brocha para sombras es esencial para crear cualquier look de ojos, desde el más sencillo hasta el más elaborado. Las mejores son las brochas planas y densas, que permiten aplicar el color con precisión y difuminarlo suavemente. Aplica la sombra sobre el párpado móvil con la parte plana de la brocha. Para difuminar los bordes, utiliza la misma brocha con movimientos suaves de ida y vuelta. Esta técnica asegura una transición suave entre los colores, evitando líneas duras.

• Brocha para Ceja y Delineado

La brocha para cejas y delineado es pequeña, delgada y angulada, perfecta para definir y rellenar las cejas o para crear un delineado preciso en los ojos. Su forma permite un control total, logrando líneas finas y detalladas. Para las cejas, toma un poco de producto en la brocha y dibuja trazos pequeños y ascendentes siguiendo la forma natural de tus cejas.  Para el delineado, utiliza la brocha con tu delineador favorito para trazar una línea precisa a lo largo de la línea de las pestañas.

Es así como con estas cinco brochas básicas podrás tener un maquillaje perfecto, pero eso sí, recuerda que aunque tengas las mejores herramientas, no es suficiente si no se cuidan adecuadamente. Limpiarlas regularmente es crucial para evitar la acumulación de bacterias y sobre todo que tengan más tiempo de vida. Se recomienda lavarlas con un limpiador suave o un jabón especial para brochas, enjuagarlas bien y dejarlas secar al aire en posición horizontal para preservar la forma de las cerdas. Además, debes guardarlas en un lugar seco y protegido ayudará a prolongar su vida útil.