El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, y su homólogo en funciones iraní, Ali Bagheri Khani, confirmaron el apego al cumplimiento de todos los acuerdos alcanzados durante la presidencia de Ebrahim Raisí, recientemente fallecido en un accidente aéreo, y la continuidad del camino de ambos países hacia una asociación estratégica.
“Las partes confirmaron el firme apego a la continuación incuestionable del curso elegido por los líderes de ambos países hacia la conformación de una asociación estratégica entre Rusia e Irán“, señaló la diplomacia rusa en un comunicado tras la conversación telefónica mantenida por Lavrov y Bagheri Khani.
Exteriores informó de que Moscú y Teherán también refrendaron “su disposición a cumplir todos los acuerdos y proyectos existentes en las más diversas esferas“.
“Serguéi Lavrov expresó a su colega iraní sus profundas condolencias en relación a la muerte trágica” del presidente Raisí y del jefe de la diplomacia irani, Hossein Amir Abdollahian”, añadió la diplomacia rusa.
Por su parte, Bagheri Kani agradeció a Moscú “la atención y el apoyo” tras la muerte de los políticos iraníes.
La víspera, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, se expresó en el mismo sentido al hacer patente su esperanza en que la política exterior de Irán respecto a su país se mantenga sin cambios tras la muerte del mandatario persa.
Rusia e Irán han estrechado en los últimos años sus relaciones, especialmente desde el comienzo de la guerra en Ucrania, ya que Teherán le suministra a Moscú los drones Shahed con los que bombardea el territorio del país vecino, aunque las autoridades iraníes lo niegan.
Ambos países han firmado una declaración conjunta contra las sanciones económicas occidentales en su contra y han condenado el empleo desproporcionado de la fuerza por parte de Israel contra la Franja de Gaza.
En gran medida gracias al apoyo de Rusia, Irán ingresó en 2023 en la Organización de Cooperación de Shanghái y en enero pasado en el grupo de economías emergentes BRICS.