El tenista alemán Alexander Zverev venció 6-4 y 7-5 al chileno Nicolás Jarry este domingo para conquistar por segunda vez el Abierto de Roma, su sexto Masters 1000, para ascender al número cuatro del mundo y volver a ser temible a las puertas de Roland Garros.
Zverev confirmó su idilio con la Ciudad Eterna con una nueva conquista, como en 2017 cuando ganó su primer torneo de esta categoría. El alemán creció más que en los últimos dos años, desde su grave lesión en semifinales del Abierto de Francia en 2022 cuando se rompió el tobillo contra Rafael Nadal, y será cuarto cabeza de serie para intentar de nuevo el asalto a París.
Con sólo un set en contra estas dos semanas en la capital italiana, el alemán volvió a ser letal con su saque, cediendo muy pocos puntos en toda la final, y apenas dio opción a un Jarry novato en estas lides. La cita más importante del chileno se convirtió en pesadilla sin encontrar resquicio en un Zverev que subió el nivel cuando el primer parcial se puso interesante.
El sudamericano salvó dos bolas de ‘break’ en el octavo juego, pero no aguantó la presión después y el alemán se apuntó la manga al resto (6-4). De nuevo estuvo parejo el segundo acto, pero Zverev no abrió la puerta al ‘break’, otra vez oliendo la sangre para tener las dos primeras bolas de campeonato en el décimo juego.
Sin apenas intercambio y cada punto a tumba abierta, Jarry, que había encontrado su mejor versión en el Foro Itálico tras una aciaga gira sobre tierra, se fue dejando más errores hasta de nuevo entregar el set con su saque.
Zverev recuperó así el trono en Roma y la sonrisa de volver a reinar una cita importante, aunque el año pasado ganó en Chengdu y Hamburgo, con el 22º título de su palmarés.
(Con información de Europa Press)