Durante los días calurosos, dormir puede ser todo un reto, pues para algunos es complicado conciliar el sueño debido a las altas temperaturas y el sudor excesivo que estas pueden provocar. Ante esta situación, muchas personas optan por usar ventilador mientras duermen, pero pocos saben los riesgos que esto puede implicar.
Por este motivo, aquí te decimos cómo debes usar el ventilador para que no te haga daño cuando lo dejes prendido mientras duermes, ya que si no tomas las debidas necesarias podrías tener problemas de salud o incluso, lastimarte, ya que son dispositivos que se deben usar con precaución.
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¿Cómo debo usar el ventilador para que no me haga daño mientras duermo?
Aunque el ventilador no puede causarte daño por sí mismo, es importante que tomes algunas medidas si planeas comprar uno o ya tienes uno en casa, pues de uno usarlo de la manera correcta podrías presentar alergias, lesiones o en peores situaciones, enfermarte.
- Limpiar el cuarto donde duermes:
Antes de encender un ventilador, es importante que limpies el espacio donde lo dejarás, pues este tipo de dispositivos están hechos para hacer aire y al generarlo puede mover el polvo, la basura y toda la suciedad que encuentre, lo que puede causar alergias.
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- Deja el ventilador lejos de la cama:
Una vez que el espacio donde lo pondrás esté limpio, debes asegurarte de ponerlo alejado de tu cama y que el aire no pegue directamente a ti cuando lo enciendas, pues los ventiladores pueden resecar tu piel, ojos, nariz y boca, lo que puede generar problemas de salud.
- Opta por la opción giratoria:
Si tu ventilador tiene opción giratoria, será menos probable que te dañe, pues de esta manera el aire dentro de la habitación fluirá y no dará directamente a ti mientras duermes. Pero, si no tiene esta opción, puede ser más peligroso, pues se ha comprobado que puede causar rigidez en el cuerpo y contracturas musculares.
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- No dejes que te dé el aire directamente:
Una vez que el ventilador esté lejos de tu cama y pongas en la opción giratoria, colócalo preferentemente frente a una ventana y si es posible déjala un poco abierta, pues de esta manera el aire que entré será del exterior y estará todo mejor ventilado evitando que te dé directamente y mueva el polvo.
Si tu ventilador tiene un temporizador, configúralo para que se apague automáticamente después de un período de tiempo determinado, pues esto puede ayudar a prevenir su uso prolongado y así reducir el consumo de energía, además del daño a la salud.
Utiliza una velocidad de ventilador moderada para evitar corrientes de aire excesivamente fuertes que puedan causar molestias o sequedad en la garganta. Además, ahorrarás energía.
- Mantenimiento del ventilador:
Asegúrate de mantener tu ventilador limpio y en buenas condiciones. Limpia regularmente las aspas y verifica que no haya obstrucciones que puedan causar sobrecalentamiento o mal funcionamiento.