La cultura japonesa, conocida por su longevidad y salud excepcionales, ofrece algunas prácticas cotidianas que pueden ayudar significativamente a controlar los niveles de glucosa en sangre. Hay 3 hábitos, integrados en el estilo de vida japonés, que no solo promueven una mejor gestión de la diabetes, sino también una salud general más robusta.
Uno de los primeros hábitos a considerar es la técnica del plato, utilizada ampliamente en las comidas japonesas. Esta práctica consiste en dividir el plato en porciones específicas para cada tipo de alimento. En un típico plato japonés, los carbohidratos (como el arroz) solo ocupan una pequeña sección, aproximadamente un cuarto del plato.
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¿Qué hábitos japoneses ayudan a controlar los niveles de glucosa?
En el hábito anterior, las verduras y proteínas componen el resto de tu plato, lo que garantiza una dieta balanceada con un índice glucémico más bajo. Esta disposición no solo ayuda a controlar la cantidad de carbohidratos consumidos en cada comida, sino que también promueve la ingesta de fibra y nutrientes esenciales provenientes de verduras y proteínas magras.
Otra costumbre profundamente arraigada en la cultura japonesa es el “Hara Hachi Bu”, un principio que aconseja comer hasta estar solo un 80% lleno. Este enfoque fomenta una alimentación más consciente y evita los excesos. Al no llenarse completamente, se promueve la digestión adecuada y se previene un pico de glucosa después de las comidas. Este hábito no sólo ayuda a mantener un peso saludable, sino que también enseña a escuchar y respetar las señales de hambre y saciedad del cuerpo.
El hábito japonés que te ayuda con los niveles de glucosa
La dieta japonesa se caracteriza por su rica inclusión de alimentos con bajo índice glucémico. Alimentos como el natto (soya fermentada), tofu, y una amplia variedad de pescados, contribuyen a una liberación más lenta de glucosa en la sangre. Estos alimentos son fundamentales no solo por sus propiedades para estabilizar la glucosa, sino también por su rol en la promoción de una salud cardiovascular óptima.
Adoptar estos hábitos puede ser un paso transformador hacia un mejor control de la glucosa y una salud general más robusta. Al integrar estas prácticas en su vida diaria, podría descubrir no solo mejoras en su salud metabólica, sino también un nuevo aprecio por la simplicidad a la hora de comer.