Para que podamos determinar si un mango está maduro, es muy importante conocer qué tipo de fruto de temporada es, su textura, dulzura y el tiempo que estuvo en exposición al sol para determinar si ya está en mal estado y puede ser dañino si lo consumimos. Sin embargo, aquí hay algunas señales comunes que indican que un mango está maduro.
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La mayoría de los mangos cambian de color a medida que maduran. Dependiendo de la variedad, un mango puede cambiar de verde a amarillo, naranja, rojo o incluso morado. Busca un color uniforme y vibrante en toda la piel del mango. Un mango maduro puede tener manchas oscuras o puntos negros en la piel, lo que indica que está listo para comer.
Un mango maduro debe sentirse ligeramente suave al tacto, pero aún firme. Presiona suavemente el mango con tus dedos. Debería ceder ligeramente bajo la presión, pero no estar demasiado blando. Evita los mangos que estén muy duros o muy blandos.
Un mango maduro tendrá un aroma dulce y fragante en la parte del tallo. Huele la parte superior del mango cerca del tallo para detectar su fragancia. Un aroma afrutado y dulce indica que el mango está maduro y listo para comer.
Un mango maduro suele ser más pesado que un mango verde debido al contenido de agua en su pulpa. Sostén el mango en tu mano y evalúa su peso. Un mango maduro en buen estado debe sentirse pesado para su tamaño en comparación con un mango verde.
Para elegir de mejor manera debemos tener en cuenta que estos son solo indicadores generales y que el grado de madurez puede variar dependiendo de la variedad del mango. Experimenta con diferentes mangos y presta atención a tus preferencias personales en cuanto a sabor y textura para determinar cuándo un mango está en su punto óptimo de madurez para ti.