Se fueron a México y “no se sabe nada de ellos” (Video)

Se fueron a México y “no se sabe nada de ellos” (Video)


BOGOTÁ.– El exsoldado profesional colombiano José Macana viajó a México a finales de agosto pasado para trabajar, supuestamente, como escolta en una empresa de seguridad. Al llegar a ese país, sin embargo, resultó que el verdadero contratante era un cártel de las drogas con operaciones en los estados de Michoacán y Guerrero.

La esposa del militar retirado, Maritza, quien omite su apellido porque tiene miedo, dice a esta revista que desde el 15 de noviembre pasado no sabe nada de su marido, con quien tiene dos hijos.

“Al principio, cuando llegó allá –dice Maritza– hablábamos todos los días por (videollamadas de) WhatsApp, estaba contento, pero luego comenzó a decirme, en clave, porque no podía hablar bien, que lo habían engañado, que las cosas no estaban bien”.

De Michoacán, estado al que llegó con otro exmilitar colombiano con el que viajó a México, lo trasladaron a Guerrero, donde se volvió a comunicar con su esposa.

“Me dijo que los tenían aguantando hambre y se veía muy delgado. Ahí había más colombianos. Sé que hay muchos allá trabajando”, cuenta Maritza.

El exsoldado José Macana, quien formó parte del Regimiento de Fuerzas Especiales del Ejército colombiano, cumplió 50 años de edad en México. Han pasado cinco meses sin noticias de él.

La señora Maritza llora cuando habla de su esposo. Ella tiene esperanzas de encontrarlo con vida, pero llama a los gobiernos de México y Colombia a que unan esfuerzos para poder hallarlo e investigar a los responsables de su desaparición.

“Les pido de todo corazón que me ayuden a buscarlo; tengo fe en encontrarlo con bien”, señala.

Ella presentó una denuncia por desaparición ante la Fiscalía General de Colombia, pero le advirtieron que sería un proceso lento porque tendrían que pedir la colaboración de México.

“Aquí falta justicia –dice– porque las personas que se los están llevando (los intermediarios) son colombianos que saben que están engañando a otros colombianos al ofrecerles un trabajo que no es legal”.

El sargento que apareció

Otro exmilitar colombiano, el sargento retirado Andrés Mauricio Cáceres, quien había viajado a México el pasado 12 de marzo y había desaparecido, fue localizado el pasado domingo 24, luego de que su esposa, Jelen Johanna Marulanda, hizo un llamado desesperado para que le ayudaran a encontrarlo. El propio presidente, Gustavo Petro, anunció un día después que el exmilitar había sido hallado en buen estado y que sería repatriado por la Embajada de Colombia en México.

Su esposa había perdido contacto con él desde el 17 de marzo último. Lo único que sabía de su marido es que luego de unos días de permanecer en el estado de Michoacán se escapó de “las personas” para las cuales trabajaba y andaba huyendo de ellos “en el monte”.

En su última comunicación él le había dicho que nada de lo que le habían prometido era verdad “y que sus principios no le permitían estar allí, por lo cual decidió escaparse del grupo que lo había contratado para supuestas labores de seguridad.

En un video que difundió el pasado 22 de marzo la Asociación Colombiana de Soldados e Infantes de Marina Profesionales en Retiro y Pensión de las Fuerzas Militares (Acosipar), Jelen Johanna aparece llorando. “No sé qué hacer –aseguró–, nadie me da una razón, simplemente me dicen ‘vaya a la Cancillería a Bogotá y haga la denuncia’. Tengo mucho miedo y temo por su vida”.

El presidente de la Acosipar, el exsoldado Raúl Musse Pencue, dice a esta revista que tiene conocimiento de que varios exmilitares colombianos que han viajado a México a trabajar para los cárteles de la droga –algunos con engaños, otros con conocimiento de que se involucrarían en una actividad ilegal– siguen perdidos en ese país, algunos desde hace varios meses.

“Tenemos información de que hay varios exmilitares colombianos desaparecidos en México”, asegura.

Exigencia para México y Colombia

De acuerdo con Musse Pencue, quien tiene entrenamiento de comando, señala que incluso uno de sus amigos, también con experiencia en fuerzas especiales, fue reclutado en 2023 por un cártel mexicano junto con otros exmilitares colombianos, y desde octubre pasado “no se sabe nada de ellos, están perdidos”.

Explica que familiares de los exmilitares le han comentado que fueron contratados para trabajar “en seguridad”, pero que “ya a lo último, estaban con grupos de dudosa reputación” que no dan razón de su paradero.

“Yo llamo a los gobiernos de Colombia y México a coordinar acciones para buscar a estos compañeros y para abordar conjuntamente este problema que afecta la seguridad de los dos países”, señala Musse Pencue. 

El presidente de la Acosipar agrega que la búsqueda de empleo de los militares colombianos retirados en el exterior se produce porque sus pensiones “son muy bajitas” y el mercado laboral interno es limitado. Según dice, fuera de Colombia es conocido el buen nivel de entrenamiento que tienen.

Militares colombianos. Brazo armado de cárteles mexicanos. Foto: @cgfm.mil.com 

El investigador y docente de la Universidad Externado de Colombia, Andrés Macias Tolosa, señala que las actividades ilegales son “una posibilidad más” que se les presenta a los exintegrantes de las Fuerzas Militares y esto se debe a la débil política de la institución hacia los veteranos, quienes no cuentan con una adecuada atención social, psicosocial y económica y se retiran relativamente jóvenes, a los 38 o 40 años, con muchos años de vida laboral por delante. “Eso abre la posibilidad de que puedan ser reclutados por actores ilegales, como los cárteles mexicanos, o como mercenarios, como ocurrió con los que participaron en el asesinato del presidente de Haití (Jovenel Moise)”, afirma.

Para el doctor en estudios de paz y conflicto de la Universidad de Tokio y profesor de la materia “Mercenarios y seguridad privada” en la Universidad Externado, el reclutamiento de exmilitares colombianos de élite por parte de cárteles mexicanos apunta a convertirse “en un tema muy complejo de seguridad” para México.

De acuerdo con Macias Tolosa, para las Fuerzas Militares de Colombia también es un asunto delicado por la cantidad de personal que se retira cada año –10 mil 500 hombres– con un alto nivel de capacitación para la guerra y con pensiones que en muchos casos no les alcanzan para mantener a sus familias.

El académico recomienda reforzar las políticas para los veteranos y tomar medidas que les permitan una vida digna después de pasar a retiro. Por ejemplo, dice, las Fuerzas Militares podrían capacitarlos en oficios que amplíen sus posibilidades laborales.

Este texto se publicó en la edición 0010 de la revista Proceso, correspondiente a abril de 2024, cuyo ejemplar digital puede adquirirse en este enlace.





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