El ministro de Energía israelí, Israel Katz, aseguró este jueves que “no habrá electricidad o agua” en la Franja de Gaza hasta que los rehenes capturados por el grupo terrorista Hamás tras su ofensiva del sábado sean puestos en libertad.
“¿Ayuda humanitaria a Gaza? No habrá electricidad, agua potable o combustible hasta que los secuestrados en Israel puedan volver a casa”, aseveró Katz en un mensaje difundido a través de X (antes Twitter). Así, recalcó que el “humanitarismo es para el humanitarismo” y especificó que “nadie puede enseñar moralidad” a Israel.
Se estima que unas 150 personas fueron secuestradas por el grupo armado palestino y llevadas a la Franja de Gaza durante la incursión que tuvo lugar el sábado y que se ha saldado con más de 1,200 muertos en Israel.
El Ejército israelí indicó este mismo jueves que ya son 81 las familias que han tenido que ser notificadas del secuestro de sus familiares a manos de Hamás, si bien los milicianos apuntan a unos 130 rehenes.
“Somos conscientes de que existe incertidumbre pero tratamos de entender lo que pasa sobre el terreno y debemos ser precisos a la hora de informar”, aseveró el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, Daniel Hagari.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) alertaron este jueves que Hamás se está preparando para una “guerra larga” ante lo que considera como un “ritmo lento” a la hora de realizar lanzamientos de cohetes desde la Franja de Gaza.
El general Rafi Milo indicó que el ritmo con el que Hamás ha realizado ataques a lo largo de los últimos cinco días indica que el grupo armado palestino se prepara para un conflicto largo en la zona.
Explicó que Hamás está gestionando los cohetes de tal forma que duren “semanas de enfrentamientos” y puntualizó que han reducido el número de lanzamientos de forma considerable para “poder permitírselo”.
En este sentido, advirtió que los milicianos tienen como objetivo zonas del centro de Israel, que atacan una o dos veces al día para que los israelíes “permanezcan bajo amenaza”.
Las sirenas antiaéreas han vuelto a sonar esta mañana en el centro del país tras permanecer en calma durante unas diez horas.
Por su parte, las fuerzas armadas israelíes se centran en estos momentos en localizar y bombardear de forma intensa a miembros de las unidades de élite de Hamás en la Franja de Gaza, pero aún no se ha decidido si próximamente pasará a una operación terrestre, informó este jueves un portavoz del Ejército.
El ataque lanzado por sorpresa por Hamás el sábado pasado, que ha causado 1.300 víctimas en Israel, fue planificado por unidades selectas y especialmente entrenadas de la organización, conocidas como Nukba (Élite) informó en una rueda de prensa virtual el teniente coronel Richard Hecht, vocero de la institución castrense.
“Ahora estamos centrados en hacer pagar a Nukba el precio. Estamos centrados en identificar a esa gente, entender sus redes y centrarnos en sus infraestructuras. Planificamos acabar con cada uno de ellos, nuestro espionaje se dedica a identificarlos y acabaremos con cada uno de ellos. Pagarán con su vida “, señaló Hecht.
Anoche, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, prometió “destruir y matar completamente a Hamás, el ISIS (Estado Islámico) de Gaza”, adelantando que “se esfumará de la Tierra, ya no existirá”.
El portavoz desmintió hoy rumores de que el Ejército ya estaba planificando una invasión terrestre en Gaza, aunque señaló que está preparándose para todas las eventualidades.
“Estamos preparándonos para la próxima fase de la guerra, que podría ser desde el aire, podría ser combinado de aire y mar… Eso depende de los líderes políticos, pero aún no hay nada decidido. No se ha decidido aún una operación terrestre”, insistió Hecht.
El portavoz indicó que aún seguían los intentos de milicianos de Hamás de infiltrarse en Israel, sobre todo por mar, y que el Ejército había “interceptado varios objetivos”, al tiempo que había restablecido a grandes rasgos, aunque no al cien por cien, la valla fronteriza destruida el sábado durante el asalto.
“Disparamos a cualquiera que se acerque a la valla. A cualquiera”, advirtió. También continúan combates esporádicos con milicianos en territorio israelí, agregó.
“Aunque estamos limpiando la zona, todavía es zona de guerra y tardaremos un rato en completar la limpieza. Ayer matamos a cinco y capturamos a dos”, detalló el militar.
Hecht confirmó que los bombardeos sobre Gaza son mayores que nunca antes, pero negó que se tratase de golpes masivos e indiscriminados, asegurando que el Ejército dispone de datos concretos sobre cada objetivo y sigue avisando a los habitantes de un edificio residencial antes de bombardearlo, para dar tiempo a evacuarlo.
Testimonios de Gaza indican que esta práctica, habitual antes, no se está observando en los últimos días, lo que ha llevado al alto número de muertos en la Franja, que esta mañana ya suman 1,203, según los últimos datos del Ministerio de Salud gazati.
Hecht aseguró que cada bombardeo se dirige contra directivos de Hamás, no solo de la rama militar sino también de la ideológica, mencionando como último éxito el golpe contra Muhammad Abu Shamla, un operativo del sector naval de la organización.
El martes se había anunciado la muerte en bombardeos de Yoad Abu Shmala, ministro de Economía de la Franja de Gaza, y Zacaría Abu Maamar, jefe del departamento de relaciones internas.
Hecht admitió no saber cuál sería la estrategia última de la guerra, ya que eso lo deberán decidir los políticos, insistió.
“Estamos centrados en destruir la capacidad militar de Hamás en Gaza. El juego final… eso no lo sé. Lo deciden los políticos, y es una patata caliente, aún no se ha decidido nada. Habrá que esperar”, concluyó el militar.
(Con información de Europa Press y EFE)